Día Mundial del Corazón: Haga esto a los 40 para vivir 4 años más y gastar un 22% menos en médicos

El corazón, quizá la obra de ingeniería más perfecta, late sin pedir permiso. Por eso, casi no se le da importancia, aunque su movimiento es extremadamente complejo y de él depende que todo funcione. 

Tal vez por el ritmo de vida, porque estamos más ocupados pensando en nuestras asfixiantes rutinas o porque entendemos que su función es latir y que su obligación es cumplirla, en muchas ocasiones, no recibe las atenciones y los cuidados que le son necesarios. Y así nos luce el pelo.

No se trata de asustar, pero las enfermedades cardiacas son cada vez más usuales. La Fundación Española del Corazón alerta de que las dolencias relacionadas con este músculo afectaron a casi 230.000 españoles en 2015, el mismo número de aficionados al fútbol que caben en el Santiago Bernabéu, en el Camp Nou y en Mestalla juntos, y 17,5 millones de muertes prematuras se relacionan con estas afecciones. Mal asunto. No obstante, además de generar alarma, estas cifras dejan espacio para la reacción: “Todo lo que hagamos para evitar que aparezcan las enfermedades nos acercará al ideal de salud”, afirma Alvar Ocano, gerente médico del grupo asegurador Aegon, “es decir, al completo estado de bienestar físico, mental y social”.

Prevención: “La mejor forma de luchar contra cualquier estadística negativa”, asegura el doctor. Según un estudio longitudinal de la Sociedad Americana del Corazón —evaluaron a 17.939 personas durante 40 años—, las personas que mantienen una buena salud del corazón en la mediana edad viven casi cuatro años más que el resto y gastaron un 22% menos en tratamientos para enfermedades crónicas en su vida. Por eso, tranquilidad y buenos alimentos. Pero no basta con cenar ensalada dos veces por semana y caminar por el parque el sábado por la mañana, aunque ese sea un buen punto de arranque. Para preservar la salud del corazón hay que tener en cuenta otros factores que el experto los desglosa por edades. La carrera empieza ahora. Preparados. Listos. ¡Ya!

Si tiene entre 20 y 30 años

En primer lugar, casi da apuro tratarle de usted, en vista de su exultante juventud. Pero su corazón merece también todas las atenciones: “Conviene tomar conciencia pronto para mantener así el corazón en buenas condiciones y, ser consciente —cuanto antes— de lo que se hace mal y de lo que se debería hacer para estar mejor”, comienza Ocano. Por eso, anima a estrechar la relación con el médico para que este pueda aportar consejos sobre estilo de vida y para que pueda realizar los exámenes pertinentes de control arterial, colesterol, glucosa o peso. Además, invita a practicar ejercicio —en BuenaVida le recomendamos estos tres—, en una etapa en la que el cuerpo estará perfectamente preparado para abordarlo y, por supuesto, evitar el tabaco.

Si tiene entre 30 y 40

Quizá un poco menos exultante pero, todavía, juventud a raudales. Pero el trabajo y el estrés, la posible crianza de los hijos y la multiplicación de las preocupaciones y responsabilidades pueden comenzar a hacer mella en el corazón. Así, “es conveniente conservar los hábitos de vida saludables y comenzar, si ya se han tenido, a inculcarlos a los hijos para crear en ellos un patrón”, recomienda el experto, que también aconseja “mantener las visitas al médico, puesto que comenzará a estudiar con más profundidad los patrones y antecedentes familiares para reforzar las acciones de prevención”. Y, como tercera vía, la lucha contra el estrés: “Este aumenta la frecuencia cardiaca y la presión arterial, lo que se traduce en daños en las arterias, por lo que resulta muy importante aprender a controlarlo”, confirma el doctor.

Si tiene entre 40 y 50

Pues ya no tiene 20, eso es un hecho. Pero tampoco tiene 100. Llega el momento de “comenzar a vigilar con mayor énfasis el peso, dado que el metabolismo tiende a disminuir a partir de estas edades, y controlar también los niveles de glucosa, sin perder de vista el ejercicio”, advierte Ocano, que revela otra práctica preventiva: “No ignore los ronquidos, puesto que uno de cada cinco roncadores padecen apneas de sueño que pueden derivar en enfermedades cardiacas y cerebrales”. No sólo son molestos, sino que también son peligrosos.

Si tiene entre 50 y 60

“Quizá hayan aparecido los primeros diagnósticos desfavorables relacionados con la hipertensión, con el colesterol o con la diabetes. Ha llegado el momento de ponerse realmente serios”, confirma Ocano. Y no quiere decir que los pasos anteriores fueran menos importantes, pero ahora “hay que mantener con decisión los tratamientos y controles médicos, así como revisar la alimentación y abandonar definitivamente los hábitos poco recomendables”. Y seguir así cuando se sobrepasan las siguientes décadas, teniendo siempre presente que la vejez tan sólo es juventud acumulada, pero que jamás hay que apartarse del ideal de bienestar ni dar por descartada la prevención.

Expertos como Alvar Ocano animan no solo a acordarse del corazón una vez al año, en su Día Mundial. Porque, si no, las estadísticas seguirán progresando. Como las que plasman la Fundación Española del Corazón o la World Heart Federation. O la que recoge la investigación [email protected], que constata que la hipertensión es hoy en España el doble de letal que hace 10 años. Por eso, si la idea es llegar a la jubilación —y más— listo para disfrutar de la vida sin sobresaltos, será mejor trabajar desde hoy para conseguirlo.