Detenido del CICPC habría muerto durante un interrogatorio en Barquisimeto

El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), indicó que un detenido por el CICPC habría muerto durante un interrogatorio en Barquisimeto.

El hombre identificado como Carlos Eduardo Alvarado Salas, de 42 años de edad resultó detenido por un presunto robo de materiales de construcción.

El día de la detención, Alvarado Salas llegó a las 7:00 de la mañana a la construcción donde trabajaba, funcionarios lo estaban esperando e indicaron que seria interrogado.

Tras su detención el miércoles 04 de noviembre su familia lo encontró muerto en la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda

Según relataron familiares los funcionarios golpearon a Carlos Eduardo durante el interrogatorio, además acotaron que se trataba de un hombre muy nervioso y temeroso, por lo que desconocen cómo sería su reacción al estar bajo presión en un recinto policial.

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Aunado a ello, la familia señaló que el acusado pidió a los funcionarios que no lo dejaran detenido porque era claustrofóbico y le tenía miedo a la oscuridad.

“No lo cuidaron, no se apiadaron de él y lo encerraron en un cuarto oscuro. Él empezó a gritar desesperado, pedía que lo sacaran, pero nadie le hizo caso, lo vieron que empezó a temblar y no era del miedo, era que estaba convulsionando, comenzó a botar espuma por la boca y después le dio un infarto”, detalló un familiar quien obtuvo toda la información a través de una fuente interna en el mismo despacho donde ocurrieron los hechos.

Presuntamente el hombre no recibió atención médica inmediata y su cuerpo fue levantado dentro de la sede del organismo horas después del deceso.

La familia desconocía su paradero

Por su parte la familia desconocía dónde se encontraba desde que se lo llevaron de su lugar de trabajo.

A las as 4:00 de la tarde, los funcionarios buscaron a la esposa de la víctima y la llevaron directamente a la sede del Eje de Homicidios, donde le preguntaron si el hombre tenía alguna patología, reseñó OVP.

La dama contestó sobre la claustrofobia y posteriormente le informaron sobre su muerte.

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Dos días después, el viernes 6 de noviembre el cuerpo de Carlos Eduardo aún se encontraba en la morgue del principal centro asistencial del estado Lara.

Las autoridades cubrieron el cadáver con una bolsa negra y lo señalaron como una persona con COVID-19. Su acta de defunción indica que “murió a consecuencia de sepsis punto de partida respiratorio, neumonía de base y sospechoso de COVID-19”, enfermedad que no poseía según aseguraron sus familiares.

Al momento de retirar el cadáver de la morgue

Les presentaron una orden de cremación, pero los deudos notificaron el hecho ante Sanidad e indicaron que irían hasta el Ministerio Público. Tras estas diligencias, devolvieron el cuerpo sin vida a la morgue.

Mientras la familia esperaba por la entrega del cuerpo, “los funcionarios del Cicpc se mantuvieron en la morgue a modo de coaccionarlos para que no hicieran fotos ni velaran los restos, que finalmente fueron entregados a las 3:00 de la tarde y directamente sepultados”.

“Murió en sus manos, en sus oficinas, sin auxilio. Ni siquiera lo reseñaron, no le notificaron a la Fiscalía, nos lo mataron”, precisó un familiar, quien exigió una investigación exhaustiva, oportuna y veraz por parte del Ministerio Público para que se haga justicia en lo que a su parecer se trató de un asesinato.

Con información: El Informador.