Derrame de crudo tras rotura de oleoducto en Amazonía ecuatoriana

La rotura de un oleoducto privado en una región montañosa de la Amazonía de Ecuador, que generó el pasado viernes un derrame aún no cuantificado de crudo, reanudó una larga historia de los pasivos ambientales provocados por la industria petrolera en esa selva considerada como un pulmón del mundo, reseñan agencias.

El peligro de que el vertido de petróleo derramado por la rotura del Oleoducto de Crudos Pesados llegue a fuentes de captación de agua o al caudaloso río Coca, preocupa a las entidades públicas y privadas involucradas en el trabajo de reparación, remediación y limpieza del área afectada.

El consorcio OCP-Ecuador, que opera el oleoducto, aseguró que la rotura de su tubería se debió a la caída de rocas sobre la infraestructura, que derivó en el derrame, ampliamente difundido por habitantes de la zona que han expresado su frustración por la recurrencia de este tipo de sucesos.

El percance ocurrió en la zona del río Piedra Fina, en la zona de San Luis, afectada desde hace unos años por una erosión regresiva del suelo que obligó a construir variantes en el trayecto de los dos oleductos que pasan por el lugar y que ya, en abril del año pasado, generó un derrame que afectó a muchas comunidades de la zona.

Tras la rotura de la tubería de OCP, el Gobierno ecuatoriano acudió a su ayuda y desplegó material y equipo para apoyar las acciones de contingencia de la firma privada.

«Continúan los trabajos de remediación en el sector de Piedra Fina en la provincia de Napo. Con carros-tanque se retira el crudo para evitar mayores afectaciones en la zona. Trabajamos articuladamente con los ministerios de Ambiente y Gobierno (Interior) para el seguimiento de las labores en sitio», escribió en su cuenta de Twitter el ministro de Energía, Juan Carlos Bermeo.

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Además, informó de que personal de Petroecuador y del Cuerpo de Ingenieros del Ejército se encuentra en el lugar del percance «apoyando las tareas de contingencia que ejecuta OCP».

El Ministerio de Ambiente recordó que ha dispuesto «con carácter urgente e inmediato, actividades de contingencia, limpieza y remediación en el área afectada».

Personal de Ambiente verifica «in situ» la ejecución de las acciones de remediación por parte de OCP e investiga la existencia de indicios de daño ambiental e hídrico.

Asimismo, esa cartera ha solicitado que las autoridades de las provincias amazónicas de Orellana, Sucumbíos y Napo activen los planes para garantizar la protección de cuencas y micro cuencas hidrológicas.

Informes técnicos preliminares han advertido que el vertido podría llegar «hasta las inmediaciones del río Coca y posiblemente a cuerpos de agua cercanos», añadió el Ministerio, tras asegurar que, de momento, «no se ha determinado afectaciones en puntos de captación de agua para consumo humano».

Información de: UN