Tres tramas delictivas vinculan en forma directa al exministro venezolano de Petróleo y expresidente de Pdvsa, Rafael Ramírez Carreño, con la cadena de hechos de corrupción que ha venido develando el Ministerio Público desde el pasado mes de agosto, tras la designación de Tarek William Saab como Fiscal General por parte de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

Este jueves Saab anunció la decisión de solicitar la aprehensión de Ramírez, quien dirigió durante más de una década la política energética de la nación con la mayor cantidad de reservas de petróleo en el mundo.

La medida contempla una solicitud ante la Interpol para ubicar y detener a Ramírez, quien podría encontrarse en Europa, luego de su remoción del cargo de embajador de Venezuela ante la ONU, en Nueva York.

 

La decisión fiscal se fundamenta en la implicación directa de Ramírez en tres de los más sonados casos de desfalco con el patrimonio público descubiertos en estos meses.

 

Estos casos son:

 

1. Legitimación de capitales a través de la Banca Privada de Andorra en cuentas de Diego Salazar Carreño (su primo).

2. Contratación del barco de perforación Petrosaudí Saturn, que por su estado de deterioro no podía cumplir con los requerimientos de trabajo.

3. Subvaloración y manipulación de los precios de los crudos venezolanos a través de modificaciones al Factor K.

Con respecto al primer caso el Fiscal General aseguró que documentos de la investigación desarrollada por las autoridades judiciales del Principado de Andorra lo involucran en los hechos, puesto que Salazar lo menciona como su socio en actividades de intermediación de compra-venta de petróleo.

 

Legitimación en Andorra

Saab precisó que en tal causa se investiga cómo el exvendedor de seguros pudo actuar como gestor ante Pdvsa, para obtener la adjudicación de contratos a las compañías que supuestamente asesoraba y que le pagaron comisiones por montos millonarios, pero sin ningún tipo de documentos que avalaran la prestación legítima de un servicio.

“¿Como logró su primo-hermano hacer esto sin su complicidad?”, se preguntó Saab. “Imposible”, fue la respuesta.

Salazar, de acuerdo con los datos, habría movilizado más de 1.345 millones de euros desde cuentas a su nombre en paraísos fiscales, donde se depositaban recursos obtenidos irregularmente; producto presumiblemente de comisiones y contratos ficticios realizados con la estatal petrolera.

Entre los beneficiados se encuentran familiares y allegados como el médico Fidel Ramírez Carreño, hermano del alto funcionario petrolero.

 

El barco taladro que no perforaba

 

El otro caso en el cual se encuentra vinculado Ramírez es el del barco taladro Saturn, contratado para la realización de perforaciones en yacimientos de gas, localizados costa afuera, al oriente del país.

Según Saab, el exministro es el “padre intelectual de esta trama bochornosa”, pues el contrato cerrado por siete años con la compañía Petrosaudí fue auspiciado directamente por el funcionario en cuestión. Sin embargo, las condiciones del equipo, en franco estado de deterioro, no le permitió operar el 60 por ciento del tiempo para el cual fue contratado y por el cual se cancelaba cerca de 500 mil dólares diarios. En total Pdvsa pagó más de mil 100 millones de dólares por un servicio que no fue prestado nunca.

Una pesquisa hemerográfica realizada por LaTabla.com permitió precisar que el barco taladro Songa Saturn (o Petrosaudí Saturn) , uno de los dos contratados por Pdvsa para la perforación de campos de gas en el mar Caribe, fue presentado como de “última generación” por el entonces ministro de petróleo Rafael Ramírez, según lo reseñó una nota de prensa de la estatal divulgada el 24 de septiembre de 2010, lo que demuestra lo afirmado el jueves por Saab.

“Se trata de un barco taladro de última generación que nos permitirá comenzar a taladrar a una profundidad de hasta 1.200 metros y perforar hasta 1.000 metros a partir del fondo marino”, dijo Ramírez desde el estado Zulia, al tiempo que anunciaba la llegada del equipo para el venidero 28 de septiembre (2010).

El entonces ministro venezolano añadió que la nueva plataforma procedente de Arabia Saudí habría zarpado hacía 10 días de Malta, donde fue certificada; así lo agregaba un despacho de EFE con su versión de la nota institucional.

Asimismo Ramírez indicó que la incorporación del barco taladro al desarrollo gasífero venezolano costa afuera, era parte de un acuerdo con Arabia Saudita para la conformación de una compañía mixta y destacó que “será la primera vez en la historia que se constituye una empresa de estas características entre Venezuela y otra nación miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep)”.

Sin embargo, Petrosaudí es una compañía privada creada por el ciudadano saudita Tarek Essam Ahmad Obaid en 2005 y con sede en Inglaterra, por lo que sería impreciso definir la negociación como un acuerdo entre estados.

Ramírez aseguró que la conformación de la empresa mixta con mayoría venezolana “requerirá una inversión de 2.500 millones de dólares”. El acuerdo implicaría, según lo anunciado ese 24 de septiembre, la incorporación de otro taladro: el Petrosaudi Discover, con prestaciones similares al Songa.

Llama la atención el elevado monto, puesto que días después (octubre) se hizo público que el Songa había sido adquirido por Petrosaudí a la compañía Songa Offshore, por la cifra de 260 millones de dólares, según lo reseñó el sitio PennEnergy.

Tales contrataciones se realizaron luego del naufragio de la plataforma de perforación gasífera Aban Pearl, a mediados de mayo del mismo año (2010), lo que justificó la negociación con Petrosaudí tan promocionada por Ramírez.

 

La manipulación de los precios con el Factor K

 

Saab indicó que Ramírez también es responsable directo de la manipulación de los precios del crudo venezolano, a través de la desconexión del llamado Factor K, un componente de cálculo que incorpora elementos coyunturales del mercado petrolero.

De esta manera valora los distintos crudos (pesado y liviano) sobre la base de aspectos cualitativos como lo geopolítico, o cuantitativos como la disponibilidad de almacenes y transporte.

Para realizar estos cálculos el ministro Ramírez creó una oficina de inteligencia de mercados (EPRS, por sus siglas en inglés) bajo la dirección del académico Bernard Mommer, con sede en Viena, Austria y dependiente de Pdvsa Europa.

Esta oficina fue autorizada en 2009 a contratar a la firma JBC Energy para asumir la determinación del Factor K y de los escaladores AGA (que miden la relación de entre los grados API y el porcentaje de azufre).

Según documentos que obtuvo el portal La Tabla, tal contratación fue ordenada por Ramírez luego de negar un punto de cuenta del viceministerio de Hidrocarburos que proponía que tales tareas se hicieran en Venezuela y por personal del propio despacho de Petróleo.

El mecanismo de cálculo terminó por generar pérdidas al país por una suma que preliminarmente ya supera los 5 mil millones de dólares, entre 2009 y 2015.

 

Agencias/NB