¿Cuál es el objetivo de la persecución judicial contra Lula?

El internacionalista y profesor de Geopolítica de la Universidad Militar Bolivariana Luis Quintana enfatizó este jueves que el proceso judicial contra el exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva responde a intereses políticos que buscan frenar su posible llegada a la Presidencia de esa nación suramericana.

“La condena no es por corrupción, es porque puede volver a ser Presidente. No existen evidencias o pruebas que certifiquen su culpabilidad. Él está condenado fundamentalmente porque tiene las mayores posibilidades de convertirse otra vez en Presidente de Brasil”, explicó.

En entrevista telefónica concedida a la Agencia Venezolana de Noticias, Quintana manifestó que este proceso es parte de la conspiración desatada en ese país y que es encabezada por el gobierno de facto de Michel Temer.

“Se trata de una componenda sin precedentes entre la oligarquía y el poder político para frenar cualquier posibilidad de que se interrumpa la restauración neoliberal en Brasil”, que viene aplicando Temer, recalcó.

Quintana denunció, además, el silencio que ante una situación tan grave como esta han tenido gobiernos de América Latina y el mundo, vinculados con los poderes hegemónicos, así como las grandes corporaciones mediáticas.

A su juicio, el pueblo brasileño continuará en las calles para ratificar su apoyo a Lula, tal como lo han hecho durante los últimos días. Comentó que esos pronunciamientos seguirán en Brasil con más fuerza.

Respecto a la decisión tomada este miércoles por el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil que negó -con seis votos en contra y cinco a favor- el habeas corpus solicitado por Lula, explicó que él podrá continuar con las apelaciones.

“Se está autorizando al tribunal de segunda instancia, que lo había condenado ya, a que pueda emitir una orden de captura para que siga el proceso de las apelaciones en prisión”, puntualizó.

La sesión del STF se dio en medio de una ola de manifestaciones en diferentes departamentos de la nación suramericana. Tal fue el caso de ciudades como Río de Janeiro, Ceará, Salvador de Bahía, Pará, Recife, entre otras, donde diversas organizaciones sociales tomaron las calles para rechazar la persecución contra el líder brasileño.

Reconocido por ser un líder político perteneciente a la clase trabajadora, Lula asumió la Presidencia de Brasil en enero de 2003 y dedicó su gestión de gobierno a ejecutar políticas inclusivas para dignificar a los sectores históricamente excluidos.

Fue bajo su liderazgo que el país se convirtió en un referente de desarrollo integral en América Latina y el mundo.

Aún cuando no existen pruebas, Lula enfrenta una condena de 12 años y un mes de prisión por presunto “soborno”, luego que supuestamente el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) recibiera un apartamento como medio de pago por parte de la Constructora OAS, acusaciones que no han sido probadas, y que han sido rechazadas en diversas oportunidades por el líder brasilero

En las últimas semanas, Lula también ha sido blanco de ataques y violencia política durante la caravanas que ha realizado en el país de cara a las presidenciales.

Con información de: avn