Investigadores del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio están experimentando con un dispositivo implantado en pacientes con Alzheimer para ayudarlos a conservar su independencia mediante una terapia de Estimulación Cerebral Profunda.

Esta terapia supone implantar cables eléctricos en el cerebro del paciente y conectarlos a un paquete de baterías colocado en el pecho. Este paquete envía corrientes eléctricas a través de los cables para ayudar a estimular la parte del cerebro que controla las habilidades para resolver problemas, planificar y usar el juicio.
Esta investigación ya se ha implementado en miles de pacientes que tienen la enfermedad de Parkinson para ayudarlos a superar sus temblores. Sin embargo, el uso de la estimulación cerebral profunda para tratar el Alzheimer aún está en su etapa experimental. Si bien los estudios anteriores se han centrado en estimular las regiones cerebrales que rigen la memoria, este nuevo estudio centra su atención en otra área.
Las pruebas del estado de Ohio han mostrado resultados positivos en los tres pacientes que participaron en el estudio piloto. De hecho, la progresión de la enfermedad disminuyó significativamente. Al volverse hacia atrás una parte del cerebro, los dos pacientes podrían conservar su calidad de vida más tiempo que aquellos que no están recibiendo terapia. Y aunque no es capaz de curar la enfermedad, la estimulación cerebral profunda si logra tener el potencial de proporcionar a los pacientes algún alivio inmediato y bienvenido.
Sin embargo, la ciencia detrás de la efectividad de este estudio para el Alzheimer aún se encuentra en desarrollo, por lo cual algunos investigadores de la Universidad de Toronto se han unido a la causa para seguir llevando a cabo vatios estudios que puedan constatar y evaluar el éxito de las terapias se estimulación cerebral profunda en cada una de las personas que padece Alzheimer.
El Universal.