2018 será un año marcado por elecciones en América Latina, y así como el pasado domingo en Ecuador, los ciudadanos sometieron a referéndum la consulta popular impulsada por el actual mandatario Lenin Moreno; en Costa Rica también se realizaban elecciones con la finalidad de escoger al próximo mandatario de la nación centroamericana.
En este sentido, luego de los resultados obtenidos el pasado domingo, en las que ninguno de los 13 candidatos logró el numero de votos necesarios, el próximo 1 de abril, el pueblo costarricense, volverá a acudir a la urnas con la finalidad de escoger al sucesor del actual presidente Luis Guillermo Solís.
Sin embargo, para la próxima vuelta, los márgenes serán más estrechos y se debatirá, principalmente, entre dos postulantes de igual apellido pero postura diametralmente opuesta respecto al matrimonio igualitario. Así lo reseña la BBC en portal web.
El próximo mes de abril, los costarricenses tendrán que elegir a su nuevo presidente entre un predicador evangélico, Fabricio Alvarado, defensor de un conservadurismo radical, y un ex-ministro oficialista, Carlos Alvarado, candidato de una formación política acusada de casos corrupción.
Debe señalarse que luego de las elecciones del pasado domingo, el candidato evangélico, logró obtener el mayor porcentaje de votos, obtenido el 24,78% de los votos, según datos del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). Sin embargo, dicho resultado, es insuficiente para alcanzar el puesto de presidente de la república, el cual requiere lograr 40% de los votos; no obstante, el resultado obtenido, convierten al candidato evangélico en el favorito para el mes de abril.
Paralelamente, el candidato Carlos Alvarado, miembro del Partido Acción Ciudadana, alcanzó el 21,74% de los sufragios, lo que le abre una ventana de esperanza a sus seguidores y al partido oficialista para mantenerse en el gobierno.
Sin embargo, sobre este candidato, actualmente recaen acusaciones de corrupción que han salpicado a su partido durante la actual gestión y que, en un inicio, amenazaron su campaña y su favoritismo entre el ala tradicional del país, más seguidora del oficialismo.
Debe señalarse que al realizarse la segunda vuelta, en el mes de abril, será la tercera vez en la historia que Costa Rica, en que se necesite ir a segunda vuelta con la finalidad de elegir al presidente; no obstante en base a los resultados, las encuestas indican que ningún candidato se perfila oficialmente como favorito y ninguno convence más allá de su formación.
Información de: BBC
