Corte Suprema permite a Trump revocar parole humanitario a inmigrantes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití

La Corte Suprema de Estados Unidos dio luz verde al gobierno de Donald Trump para revocar el estatus legal que protegía a inmigrantes provenientes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití.

El denominado «parole humanitario» les permitió a unas 532.000 personas ingresar legalmente a EE.UU. durante el gobierno de Joe Biden.

Esa política se basó en la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que le da al secretario de Seguridad Nacional la potestad de otorgar «de manera discrecional» el permiso de permanencia temporal a cualquier extranjero que, pese a no cumplir los requisitos para obtener una visa, solicite ser admitido en EE.UU. de forma transitoria por «razones humanitarias urgentes o por un beneficio público significativo».

El fallo de este viernes suspende una orden previa de un juez federal que le impedía al gobierno poner fin a este programa.

La nueva orden implica que los migrantes que estaban protegidos por el parole corren el riesgo de ser deportados.

Las magistradas Ketanji Brown Jackson y Sonia Sotomayor, dos de los tres jueces liberales de la corte, discreparon.

La Casa Blanca «celebró» la oportunidad de deportar a 500.000 «invasores», declaró a CNN el subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller.

«La Corte Suprema intervino con justicia», dijo.

En su opinión discrepante, la jueza Jackson escribió que la orden judicial «deja en el olvido las vidas de medio millón de migrantes a nuestro alrededor antes de que los tribunales decidan sus demandas legales».

El día que asumió el cargo, Trump firmó una orden ejecutiva que instruía al Departamento de Seguridad Nacional a eliminar los programas de parole.

Posteriormente, en marzo, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anunció el fin del parole humanitario.

Varios grupos defensores de los derechos de los migrantes demandaron al gobierno de Trump por la decisión. Alegan que los migrantes enfrentan «serios riesgos, persecución e incluso la muerte» si son deportados a sus países de origen.

El fallo se produce después de que la Corte Suprema, a principios de este mes, permitiera a los funcionarios de Trump revocar el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), un programa independiente, para unos 350.000 inmigrantes venezolanos que viven y trabajan en EE.UU.

El Parole de Biden

El parole para estas cuatro nacionalidades, que fue otorgado por el expresidente Joe Biden, exigía que los migrantes tuvieran un patrocinador en EE.UU. que asumiera la responsabilidad financiera durante su estancia, para evitar que fueran una carga económica para el Estado.

«Una persona en EE.UU., un ciudadano o un residente, realizaba una solicitud electrónica para pedir por una tercera persona que estaba fuera del país, alegando razones humanitarias», le explicó a BBC Mundo el abogado Julio César Henríquez.

«Si la petición era aceptada, entonces aquel que fue solicitado debía llenar otra planilla pidiendo su ingreso», añadió. «Una vez recibida la respuesta afirmativa la persona podía viajar a EE.UU. y entrar», explicó el jurista, quien es profesor de la Clínica de Derecho Internacional de Derechos Humanos de la Universidad de Boston.

Carolina Jiménez, directora de la organización no gubernamental WOLA, aclaró que el parole humanitario «no se le otorgaba a cualquiera».

«Necesitabas un patrocinador, un pasaporte, dinero para el pasaje y todo eso era revisado caso por caso», dijo a BBC Mundo.

El gobierno de Biden también concedió el parole humanitario a ciudadanos de otras nacionalidades como Ucrania, tras la invasión de Rusia en 2022.

Beneficio histórico

El parole humanitario es una figura legal de larga data, que ha sido utilizada por gobiernos de distinto signo durante los últimos 70 años, advierte el Comité Internacional del Rescate, una organización fundada en 1933 por Albert Einstein para ayudar a refugiados a conseguir protección en otros países.

El primer registro que existe sobre la asignación del parole es de 1956, cuando el entonces presidente Dwigth Eisenhower -republicano como Trump- le ordenó al fiscal general que les concediera un «permiso temporal a 30.000 refugiados húngaros» para que ingresaran al país, según el Consejo Americano para la Inmigración, una organización no gubernamental con sede en Washington.

A medida que la Guerra Fría se calentaba y los conflictos se multiplicaban, su uso se hizo más frecuente.

En las décadas de 1960 y 1970, más de 690.000 cubanos y casi 360.000 nacionales de Vietnam, Camboya y Laos pudieron ingresar a EE.UU. gracias a este recurso.

En los años siguientes, una serie de reformas legales buscaron regular la figura del parole para que pudiera ser otorgado «solo caso por caso» y «por razones humanitarias urgentes o por un beneficio público significativo».

Sin embargo, continuó asignándose a los cubanos que lograban escapar de la isla cruzando el estrecho de Florida para «evitar el riesgo de ser detenidos».

Información de: BBC