El conjunto bético celebra su tercer título de Copa tras imponerse al Valencia en una agónica tanda de penaltis.
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Musah falló por el cuadro valencianista en la tanda decisiva y Miranda cerró la misma para desatar la lura en La Cartuja.
El Betis vuelve a celebrar un título de Copa 17 años después. Ha sido largo camino para el de los béticos para festejar su tercera copa, conquistada en una tanda agónica contra un Valencia que vendió cara su piel. Pudo resistir gran parte del encuentro el cuadro de José Bordalás de la mano de un Mamardashvili imbatible, pero no en unos penaltis que acabaron sabiendo a gloria para los verdiblancos cuando Miranda anotó el decisivo para desatar la locura en La Cartuja.
Ya de entrada quedaron claras las intenciones de cada entrenador. Pellegrini, buscando proponer a través de la posesión, puso en liza su ‘once’ de gala con los peloteros Fekir, Canales, Juanmi y Borja Iglesias como referencias. Bordalás, por su parte, quiso ‘blindar’ el centro del campo, prefiriendo dejar a Bryan Gil en el banquillo y optar por Ilaix Moriba junto a Carlos Soler y Hugo Guillamón para hacerse fuertes en la medular.
El Betis golpea primero
Con un ambiente de lujo en La Cartuja, repleta hasta la bandera con 53.387 almas, ambos equipos trataron de no cometer errores en los primeros compases de partido, pero transcurrido el tanteo inicial se confirmó el guión previsto, con el Betis llevando la voz cantante ante un Valencia con intención de ser férreo por el centro y salir veloz a la contra.
Lo intuyó bien el conjunto verdiblanco, que atrajo por el centro con Fekir para destapar la banda y disparar a Bellerín. El lateral subió con potencia, recibió del francés y le colocó un caramelo a Borja Iglesias, que ganó la partida a Diakhaby y Paulista para desatar la locura en Sevilla (11’).
El gol dio alas al Betis y atenazó aún más al Valencia, más nervioso a medida que avanzaba el encuentro. Diakhaby lo evidenció con una mala cesión para Mamardashvili, pero el portero che pudo llegar antes de que Borja, con la caña a punto, penalizara el error. Antes Juanmi no encontró portería en un gran centro de Álex Moreno.
Reacciona el Valencia
Pero en el fútbol hace falta solo una acción para reaccionar y eso es lo que hizo el Valencia para igualar de nuevo el partido. Con un toque, Carlos Soler puso en jaque el centro del campo del Betis tocando al primer toque para Ilaix, quien iba a ver las intenciones de Hugo Duro. El ex del Barça le filtró el balón y el getafense definió a las mil maravillas con una picadita sobre Claudio Bravo (30’). Por fin se oía a la afición del Valencia, rugiendo para contrarrestar a la ruidosa hinchada bética.
Con el marcador nivelado, las fuerzas también se igualaron en el campo, con un Valencia entonado. Se había sacado un peso de encima el conjunto valencianista, pero tras unos minutos de tregua el Betis le dio un susto tremendo al estrellar Canales un balón contra el poste.
Todo quedaba pendiente para la segunda mitad. Bordalás ajustó en el intermedio y el Valencia saltó al campo con mejor cara, dificultando la salida de balón del Betis al ser más insistente en la presión. Su osadía, unida a la claridad de Carlos Soler, iba a brindar una ocasión de oro a los che. Guedes cayó a banda para aliarse con Gayá, que probó ante Bravo. El chileno sacó una buena mano para negarle el gol, pero su rechace casi se envenena al precipitarse sobre Hugo Duro, quien no pudo precisar su remate. El balón salió rozando el palo.
El Betis no conseguía enlazar con Canales ni Fekir y sufría ante un Valencia ahora sí granítico y que merodeaba cada vez con más frecuencia el área rival. Ilaix cazó mal un centro de Soler y luego Paulista se animó sin éxito desde lejos. Los de Pellegrini, arropados por su afición, se desquitaron con dos jugadas con el sello de Borja Iglesias. El ‘Panda’ lo intentó primero con un disparo franco que quedó bloqueado y luego hizo una genialidad al dejar a Juanmi solo ante Mamardashvili, quien logró sacar su remate.
Mamardashvili sostiene el Valencia
De un plumazo el Betis reconectó con su juego, templado y osado ante un Valencia que debía empezar a achicar agua. Canales buscó puerta con su zurda y luego Juanmi estrelló otro balón contra el palo en una de las oleadas verdiblancas.
Hernández Hernández, inadvertido hasta el momento, perdonó la expulsión a Guillamón y luego se inmiscuyó al no pitar penalti en un derribo de Soler a Fekir dentro del área. Tampoco hubo noticias del VAR.
En ese punto, el Betis ya era amo y señor del partido y buscaba con insistencia el gol. Fekir lo tuvo en sus botas, pero como sus compañeros no pudo con un gigante Mamardashvili. El georgiano también sacó otro chispazo de Borja para sostener a un Valencia que pese a las grietas no renunciaba a salir al contragolpe. Soler pudo evitar la prórroga en una de ellas, aunque remató flojo ante Bravo, regalando media hora más de emoción.
Nada se iba a mover en la prórroga y el desenlace se tuvo que producir en una tanda de penaltis
Mundo Deportivo
