Congresistas de Estados Unidos se pronunciaron para manifestar su apoyo al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y condenar la presencia del expresidente Jair Bolsonaro en Florida, luego de los asaltos a varias sedes gubernamentales brasileñas por parte de bolsonaristas.
Los congresistas Alexandria Ocasio-Cortez y Joaquín Castro instan a las autoridades estadounidenses a dejar de otorgar refugio al expresidente Jair Bolsonaro, quien se encuentra en Florida, luego de abandonar Brasil pocos días antes de la toma de posesión de Lula.
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Bolsonaro, quien dejó Brasil en el avión presidencial, antes de partir se dirigió a sus seguidores para pedirles que mantuvieran una dura oposición al actual Gobierno.
«Estados Unidos debe dejar de otorgar refugio a Bolsonaro en Florida», publicó en sus redes Ocasio-Cortez quien condenó que a casi dos años del asalto al Capitolio de Estados Unidos, movimientos fascistas repitan las agresiones en Brasil.
«Casi dos años después del día en que el Capitolio de los Estados Unidos fue atacado por fascistas, vemos movimientos fascistas en el extranjero que intentan hacer lo mismo en Brasil. Debemos solidarizarnos con el gobierno elegido democráticamente de Lula. Estados Unidos debe dejar de otorgar refugio a Bolsonaro en Florida», escribió.
En esta misma línea, se pronunció el demócrata Joaquín Castro, quien destacó «Bolsonaro no debe recibir refugio en Florida, donde se ha estado escondiendo de la rendición de cuentas por sus crímenes».
Castro recalcó el hecho de que Lula fue electo democráticamente, y manifestó su rechazo a las «jugadas de Trump para socavar la democracia»
«Estoy con Lula y el gobierno elegido democráticamente de Brasil. No se puede permitir que los terroristas y fascistas nacionales usen el libro de jugadas de Trump para socavar la democracia. Bolsonaro no debe recibir refugio en Florida, donde se ha estado escondiendo de la rendición de cuentas por sus crímenes».
Asaltos
El domingo, radicales simpatizantes de Bolsonaro irrumpieron dentro del Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo; la Corte Suprema y el Congreso Nacional, en un intento de golpe de Estado contra el presidente Lula da Silva, quien se encontraba en Sao Paulo en un viaje oficial, a una ciudad afectada por las lluvias.
Las tres sedes fueron objeto de ataques y actos de vandalismo.
De acuerdo con reportes policiales, las instalaciones afectadas ya están bajo control de las autoridades y se han realizado más de 1200 detenciones de bolsonaristas que se encontraban concentrados en un campamento en Brasilia y desde donde salieron para asaltar las tres sedes de gobierno.
Por su parte, Lula condenó enérgicamente los actos de los seguidores de Bolsonaro y aseguró que serán castigados con todo el peso de la justicia.
Con información de UN
