Conductor y colector de “Unión Valencia” atropellaron a madre y sus dos niños

Este domingo 11 de septiembre a las 10:40 de la mañana, partió del Terminal de Pasajeros de Barquisimeto (calle 42 con carrera 24), una buseta color anaranjado de la Línea “UNIÓN VALENCIA”, con unos 18 pasajeros.

A nuestra sala de redacción llegó la denuncia narrando la situación vivida que presentamos a continuación

En esa buseta viajaban mi hija LISETH AGUILAR, C.I.V. 15.666.889, de profesión Ingeniero Civil, acompañada de sus dos hijos menores de edad, mis nietos ADRIÁN DAVID FERNÁNDEZ AGUILAR, de 8 años y DANIEL JESÚS FERNÁNDEZ AGUILAR, de 3 años, respectivamente, quienes viven en San Diego, estado Carabobo.

Después de tres años volvieron a visitarnos, aprovechando el periodo vacacional.

A eso de las 9 AM llegamos al terminal de pasajeros, una buseta salía para Valencia y estaba llena. Un señor de los que ubican a los pasajeros nos llevó a la buseta descrita, que iba para Caracas e informó al colector que tenía dos pasajeros que iban para Valencia y preguntó si entraban al terminal. El colector dijo que si, que no había problema. Tomo dos de las cuatro maletas y las subió a la unidad.

Entré a la unidad para acompañar a mi hija y a mis nietos, nos ubicamos en los puestos llamados como la cocina. Al rato llegó el colector con pedazo de hoja de papel donde anotaba a los que iban pagando. Mi hija pagó veinticuatro dólares ($ 24), por su pasaje y el de ADRIÁN DAVID. Pregunté otra vez al colector si entraba al terminal de Valencia (Big Low Center) y respondió que si. Se retiró a buscar el listín y luego apareció una joven señora que anotó a todos los pasajeros a excepción de DANIEL JESÚS, por el cual no se pagó, por razones obvias; en ese momento mi hija y ADRIÁN DAVID quedaron de últimos, hasta que llegaron nuevos pasajeros. Pregunté a la funcionaria si era seguro que entraban al terminal y respondió que el colector respondió que si. Eso tranquilizó mi preocupación, por la seguridad de mis nietos y mi hija.

Llegó el conductor, encendió el motor y comenzó a mover la buseta para la salida. Bajé de la unidad y la seguí hasta que llegó a la alcabala dónde entregan el listín. Como es mi costumbre miré el reloj, eran las 10:40 AM, estiré mi brazo para tocar la mano de mis nietos que con lágrimas en los ojos se despedían; en mi soledad lloré la partida. A las 2 horas mi hija llamó para avisarme que estaban saliendo de Nirgua y acordamos llamarnos a las 2:30 PM. Cumpliendo lo prometido llamé a mi hija para saber si habían llegado y si su esposo había llegado. Llorando de indignación me narró el atropello del cual fue víctima.

El conductor detuvo la unidad y en plena autopista, en la intersección con la Av. Centeno que está debajo de dicha vía; el “diligente” colector para cobrar en dólares, procedió a bajarle las maletas a mi hija y le dijo: “Ahí mismo está el terminal”; ella pensó que iban a hacer un trasbordo para una unidad que se detuvo detrás de la unidad, pero no fue así. El irresponsable conductor le lanzó un billete de cinco bolívares (Bs 5) a mi hija y el chofer cerró rápidamente la puerta y arrancó abandonándolos, como lo hacen los coyotes en el Darién o en la frontera de México y EE.UU a los migrantes.

Exactamente los abandonaron frente a la Firestone, pero en el nivel de la citada autopista, para bajar se hace a riesgo. Uno de mis nietos rodó por la pendiente y mientras mi hija lo sostenía para evitar una tragedia las maletas rodaban por la pendiente. Ante el hecho descrito, una señora al ver la dramática situación detuvo su vehículo y de manera solidaria, ajena opuesta y contrapuesta al comportamiento del chofer y el colector, llevó a mi hija y nietos al terminal de Valencia, que queda a unos 2 Km de distancia y lo que era imposible recorrer a las víctimas de ese atropello por parte del conductor y el colector.

Al enterarnos de la situación nos trasladamos al terminal y las oficinas estaban cerradas, apenas pudimos hablar con un trabajador de la citada línea, pero no tiene ninguna posibilidad de procesar nada.

Queremos aclarar que no estamos generalizando, ni a las líneas de transporte ni a los conductores y colectores que respetan a los usuarios del transporte, pero si vamos a accionar a todos los niveles, para que ese par de sujetos que atropellaron a mi honorable familia sean castigados. Atropellaron a una mujer, a una madre y sus dos niños que pudieron ser atropellados en la autopista, ser víctima de un atraco o de un accidente que evitó mi valiente hija. Ella está dispuesta, por el bien de sus hijos, mis nietos, la de otras mujeres, niños y pasajeros en general que se respete a los pasajeros y no ocurra lo que acabamos de narrar.

Por respeto a los animales no compararemos a los culpables de lo ocurrido con ninguna especie animal. Esperamos que esa valentía que hoy pusieron en práctica contra una mujer indefensa y sus dos criaturas, la tengan cuando nos veamos cara a cara en alguno de los escenarios de las instancias legales en donde deben tratarse los atropellos y abusos contra la mujer y los niños.

Iván Aguilar
C.I. 4.380.287
Padre y abuelo de las víctimas
0424 – 565 99 28