Para quienes día a día se desenvuelven laboralmente en la Carrera 21 entre las calles 30 y 31 de Barquisimeto, transitar por esta zona se ha vuelto una verdadera pesadilla. La obstrucción de las alcantarillas ha transformado la esquina de la calle 30 en una gigantesca laguna, entorpeciendo el paso de peatones y vehículos por igual.
La situación es tan crítica que Catalino Cira, uno de los afectados, no duda en expresar su frustración. «No se puede transitar por ese lado, los carros chispean, los motorizados pueden caerse, es demasiada agua empozada», relató, pintando un cuadro de peligro constante que amenaza la seguridad de quienes intentan cruzar.
Comerciantes y trabajadores de la zona concuerdan en que este no es un problema reciente; es una historia de larga data que empeora con cada temporada de lluvias. «Eso tiene demasiado tiempo así, claro, empeora con las lluvias, pero no hay un buen drenaje y se queda así», comentó Cira, señalando la falta crónica de un sistema de drenaje eficiente que permita el flujo adecuado del agua. Esta deficiencia condena a la zona a permanecer anegada, incluso mucho después de que cesa la precipitación.
La persistencia de la «laguna» ha vuelto la situación insostenible para todos. «Nos afecta a todos. Para cruzar la calle es imposible, hay que buscar donde no haya agua, y hay agua en toda la calle», lamentó Cira. Esto no solo genera incomodidad y retrasos, sino que también representa un riesgo para la salud pública y la integridad de los vehículos que transitan por el sector.
Los ciudadanos hacen un llamado a las autoridades competentes, que ya tienen conocimiento del problema, pero hasta el momento no han tomado medidas para solucionarlo. «Estamos en pleno centro de la ciudad, ¿cómo es posible que esto continúe así?», concluyó Cira.
Los transeúntes esperan que las autoridades actúen con rapidez para resolver esta situación que afecta la movilidad y la seguridad en la zona.
Carla Martínez / Noticias Barquisimeto
