Colombia y su historia violenta de atentados contra candidatos presidenciales

Lamentablemente, Colombia tiene una historia marcada por la violencia política y los atentados contra figuras públicas, incluyendo candidatos presidenciales. 

El atentado contra el senador del Centro Democrático y precandidato presidencial, Miguel Uribe este sábado 7 de junio de 2025, es un triste recordatorio de esta problemática.

A lo largo de las últimas décadas, algunos de los atentados y asesinatos de candidatos presidenciales y políticos más conocidos en Colombia han sido:

 * Jorge Eliécer Gaitán (1948): Aunque no era un candidato presidencial en el momento de su muerte, su asesinato el 9 de abril de 1948, cuando era un carismático líder liberal y candidato presidencial, desencadenó el «Bogotazo» y una ola de violencia que dio inicio al periodo conocido como «La Violencia». Su figura es fundamental para entender el conflicto colombiano.

 * Jaime Pardo Leal (1987): Abogado y líder del partido político Unión Patriótica (UP), Pardo Leal fue candidato presidencial. Fue asesinado el 11 de octubre de 1987. Su muerte fue parte de un exterminio sistemático contra los miembros de la UP, atribuido a paramilitares en connivencia con agentes estatales.

 * Luis Carlos Galán Sarmiento (1989): Uno de los casos más emblemáticos y dolorosos. Galán era un líder liberal y candidato presidencial con una gran popularidad, conocido por su lucha contra el narcotráfico y la corrupción. Fue asesinado el 18 de agosto de 1989 en Soacha, Cundinamarca, por sicarios al servicio del Cartel de Medellín, liderado por Pablo Escobar, y en conspiración con el político Alberto Santofimio Botero.

 * Bernardo Jaramillo Ossa (1990): Otro destacado líder de la Unión Patriótica y candidato presidencial. Fue asesinado el 22 de marzo de 1990 en Bogotá por un sicario paramilitar. Este crimen también es considerado parte del genocidio político contra la UP.

 * Carlos Pizarro Leongómez (1990): Excomandante del M-19 que había firmado un acuerdo de paz con el gobierno y se había convertido en candidato presidencial. Fue asesinado el 26 de abril de 1990 dentro de un avión, cuando se dirigía a un evento de campaña. Su asesinato, al igual que los de Galán y Jaramillo, ocurrió en un periodo muy corto y fue un golpe devastador para la democracia colombiana.

Estos casos, y muchos otros atentados contra líderes sociales, políticos y defensores de derechos humanos, han dejado una profunda cicatriz en la historia de Colombia, afectando el desarrollo democrático y perpetuando ciclos de violencia.

Equipo de investigación NB