La celebración de la Navidad se manifiesta a través de diversas tradiciones y una de las más arraigadas es el pesebre, que expresa los dotes creativos de quienes lo construyen tanto en los hogares, lugares públicos, instituciones y empresas, para recrear el nacimiento del Niño Dios.

La mayoría de los pesebres o nacimientos— como también se conocen— constan de ochos figuras: San José, la Virgen María, El Niño Jesús, Los Reyes Magos, la mula y el buey, que están ubicado en una choza o establo, engalanado con la estrella de Belén, símbolo de renovación.

Sin embargo, la creatividad del pueblo venezolano se pone de manifiesto al incluir particulares adornos como contorneadas montañas, casas en miniatura hechas de caña brava o carrizo, capillas de arcilla, ovejas de anime y estanques de agua.

También varían los materiales utilizados para realizar el pesebre. Tal es el caso del nacimiento hecho con hojas de maíz, envases plásticos, cartón, vástago de cambur y pintura al frío.

El origen de los nacimientos se remonta al siglo XIII y al parecer el autor de ellos fue San Francisco de Asís, diácono italiano, fundador de la orden franciscana, entre los años 1200 y 1226. Se cuenta que en el invierno de 1223, siendo apóstol, recorría la campiña cercana a la pequeña población de Rieti, provincia de Italia, y fue allí donde tuvo la inspiración de reproducir en vivo el misterio del nacimiento de Jesús.

Para concretar su sueño construyó una casita de paja a modo de portal, puso un pesebre en su interior, trajo un buey y un asno de los vecinos del lugar e invitó a un pequeño grupo de personas para reproducir la escena de la adoración de los pastores y esta idea de recrear el nacimiento se popularizó rápidamente en todo el mundo cristiano, según fuentes históricas.

Durante su salutación de navidad, el Papa Francisco,llamó a contemplar el pesebre y a darle su valor como símbolo de la Navidad para a su vez pedir al espíritu de Dios por los más necesitados.

“Detengámonos a contemplar el pesebre; entremos en la verdadera Navidad con los pastores, llevando al Niño Jesús lo que somos. Contemplando al Niño Jesús, amor humilde e infinito, digámosle sencillamente: ¡Gracias, porque has hecho todo esto por mí! Si queremos celebrar la verdadera Navidad, contemplemos este signo: la frágil sencillez de un pequeño recién nacido. Allí está Dios”, escribió el Sumo Pontífice en un mensaje publicado en su cuenta en Twitter.

Información de: AVN