Se había convertido a la religión evangélica y se había mudado, pero igual lo pescaron. A Yonny Antonio Yánez Ramos (25) alias “Guffi” lo dieron de baja en el barrio La Bendición de Dios, en la entrada de Quíbor luego de que el Cicpc le montara cacería.

El lunes a las 10:00 de la mañana, una patrulla de la PNB pasó despacito por la calle principal del barrio. Nadie se asustó, pues está poblado de puros cristianos evangélicos. Pero a la 1:00 de la tarde sintieron cómo retumbaban todos los ranchitos con una ráfaga de tiros que se escucharon en la primera casa de la segunda calle.

Un hombre gritaba “no me maten, mi muchachita, ¡ay, eso duele mucho!”, y cuando los vecinos se asomaron se dieron cuenta que estaban unas cinco patrullas del Cicpc estacionadas afuera del barrio.

De repente, vieron cómo una funcionaria salía con una pequeña niña en brazos y luego la ráfaga de disparos. A los segundos, sacaban al “Guffi” herido con un disparo en el pecho hacia el Hospital Baudilio Díaz de Quíbor.

El hombre murió cuatro horas después de ser herido en el enfrentamiento. Una fuente policial reveló que el hombre esperó que los funcionarios entraran al rancho para disparar con un revólver calibre 38 milímetros que guardaba debajo de su cama.

A las 7:00 de la noche aún estaban los funcionarios de la policía científica peinando la zona. Los familiares del “Guffi” llegaron al sector tras saber de la muerte del chamo y formaron un alboroto, diciéndoles que iban a ir hasta la fiscalía a denunciarlos.

Según la versión de unos testigos, las paredes de bloque quedaron bañadas con la sangre del “Guffi” y la Biblia, que el hombre estaba leyendo, quedó abierta en el libro de los Salmos y en su mano derecha, aún herido, llevaba una camisa rosada de su pequeña hija.

Los vecinos contaron que el hombre estaba yendo a los cultos evangélicos. Afuera del rancho de bloques con latón, en el cual habitaba desde hace dos meses, había un cartel que rezaba “cambures a 1400 el kilo” que el hombre vendía.

Nota de: La Prensa