Caraotas con pasta le sigue quitando clientes a vendedores de comida chatarra

A los vendedores de comida chatarra, como se le llama coloquialmente, le salió competencia.
Desde hace al menos unos tres meses muchos barquisimetanos se las han ingeniado para obtener ingresos y lo han hecho con lo que es una prioridad, la comida.

Se trata de unos cuantos ‘tarantines’ que se han instalado en diferente puntos del centro de Barquisimeto, incluso, se han acondicionado espacios dentro de las viviendas para vender caraota con arroz o pasta, arepas y jugos, a un precio sumamente módico en comparación con un almuerzo en otro espacio comercial.

“Eso se vende todito”, dijo Yudith Aranguren, quien se levanta bien temprano para ‘montar’ los siete kilos de caraotas, siete de arroz y siete de pasta, a diario, pues ella sabe que a eso de las 10:30 de la mañana el codiciado grano ya debe estar aliñado y listo para servir cuando los comensales comienzan a llegar.

Un cartel fuera de su local atrae a un gran número de personas y puede llegar a servir hasta 50 tasas. “Lo vendemos y también de ahí comemos nosotros, toda la familia come de lo que
yo cocino”, dice la señora. El costo de la tasa de caraota con pasta es de 5.000 bolívares y con arroz 4.000 bolívares. Los precios se incrementaron esta semana porque los productos también se elevaron en cuanto al precio.
Otro vendedor de “quita ruido” en referencia al sonido del estómago cuando “ruge” por hambre o de “salva patria” como también es denominado, dijo que en su tarantín se hace cola y un comensal espera que otro desocupe el puesto para poderse sentar. “Por lo económico la gente viene y se come su tasa de caraota con pasta, eso se llena”, comentó Joel Rodríguez, vendedor.

Quienes llegan a comer llevan su envase para que sea servida la comida y si tiene tiempo
se sientan. Colocarle suero a la caraota con pasta o arroz, es opción del comensal, al igual que colocarle una arepa tostada de maíz amarillo.

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