Sin ningún tipo de contemplación un par de sujetos llegó en una camioneta, uno de ellos se bajó y le disparó a Richard Edgardo Timaure (51) quien era conocido como “Richita”, cuando se dirigía a su residencia en el sector Juan de Salamanca. En la acera quedó el cuerpo del hombre y de inmediato se podían visualizar las heridas que le ocasionaron la muerte, junto a un charco de sangre y bajo la mirada de una gran cantidad de vecinos del sector que no aguantaron la curiosidad para ver a quién habían asesinado.
Relata su hermana que en la madrugada de este martes su hermano le había confesado que el día lunes recibió unas amenazas, situación que le comenta cuando la acompañaba a la parada, por lo que en la tarde de este martes no lo pelaron cuando este se dirigía a la casa de su mamá. El occiso habría hecho una breve parada en la casa de una vecina donde regularmente pasaba saludando y de repente unos sujetos a bordo de una camioneta Toyota modelo 4Runner color blanca se baja un hombre solicitando que le regalaran un vaso de agua y sin pensarlo mucho sacó un arma de fuego disparando en varias oportunidades y matándolo en el sitio.
Familiares de “Richita” venían llegando, y vieron la camioneta que huía del sitio, saliendo en carrera rápidamente a la sede de la subdelegación Carora del Cicpc, para denunciar lo sucedido. Al sitio llegaron los petejotas quienes comenzaron las investigaciones y al lado del cuerpo quedaron seis conchas de balas. El cuerpo fue trasladado a la morgue del Hospital Pastor Oropeza.
La preocupación por las amenazas llevó a “Richita” a contarle todo a su hermana, y cuando la acompañó a la parada este habría presenciado un robo y también habría reconoció a los choros, por lo que sus agresores le indicaron que si informaba quiénes eran los responsables del robo le iban a caer a tiros. Según el robo se trata de unas armas.
El occiso deja un hijo y trabajaba de “todero” porque era albañil, obrero, limpiaba patios y arreglaba las cloacas y tuberías de todo el sector ante la falta de apoyo de Hidrolara.
LA PRENSA DE LARA