Bebidas energéticas: La silenciosa amenaza para la juventud larense

Desde hace un tiempo, las estanterías de los abastos, farmacias y supermercados de Barquisimeto exhiben con orgullo una variedad de latas coloridas y llamativas. Hablamos de las bebidas energéticas, que prometen un chute de vitalidad y concentración para enfrentar el día. Marcas como Red Bull, Monster, Rockstar, Speedmax y Arizona se han vuelto compañeras inseparables de muchos jóvenes, especialmente de nuestros universitarios, quienes las ven como el combustible perfecto para esas largas noches de estudio, exámenes y trabajos de última hora.

Pero, ¿realmente «les da alas» a nuestros muchachos o, sin darnos cuenta, estamos frente a una amenaza silenciosa que acecha la salud de la juventud larense?

De la cafeína al «borojó»: Una mezcla explosiva

La promesa de una energía instantánea es seductora, sobre todo en un ritmo de vida que exige cada vez más. Sin embargo, detrás de ese impulso hay una combinación potente de ingredientes: cafeína, taurina, guaraná y, en algunos casos, extractos como el borojó. Si bien estos componentes pueden ofrecer un empujón temporal, su consumo desmedido y constante, especialmente en cuerpos en desarrollo, puede tener consecuencias preocupantes.

Conversando con estudiantes de la UCLA y la UPEL en Barquisimeto, la escena se repite: la lata de energética es casi un accesorio más, junto al termo de café. «Para el parcial de cálculo, me tomé dos Monster y pude aguantar toda la noche estudiando», comenta Cesar Arthuro, estudiante de Ingeniería mecánica. Juan Pablo, de Economía, añade: «Cuando tengo que leer mucho, me ayuda a mantenerme despierto y concentrado».

También reportó el caso de una compañera, la cual se desveló estudiando para un examen de Matemáticas y decidió tomarse un Red Bull, para su mala suerte, este le afecto, bajándole la presión y los valores, lo que la impidió terminar el examen por el cual se había matado estudiando; no obstante la percepción común es que son inofensivas, una versión más potente del café. Pero los expertos en salud no comparten esa misma tranquilidad.

Un riesgo para el corazón y más allá

Lo que muchos jóvenes desconocen es que el consumo excesivo de estas bebidas puede poner en jaque órganos vitales. El corazón, el cerebro y el sistema nervioso son los más vulnerables a los efectos de la alta concentración de estimulantes. Arritmias cardíacas, taquicardias, ansiedad, insomnio e incluso convulsiones son algunos de los riesgos que se asocian al abuso de estas bebidas.

Además, la combinación de estas bebidas con alcohol es una práctica común en fiestas y reuniones, y es particularmente peligrosa. La mezcla puede enmascarar los efectos del alcohol, llevando a un consumo excesivo y a un mayor riesgo de intoxicación etílica.

¿Cómo proteger a nuestros jóvenes?

La responsabilidad recae en varias aristas. Es fundamental que los padres estén informados sobre los riesgos y hablen abiertamente con sus hijos. La educación en los hogares y en las instituciones educativas es clave para concientizar sobre el consumo responsable y las alternativas saludables para obtener energía, como una buena alimentación y horas de sueño adecuadas.

Speedmax: De las más comunes en el mercado venezolano

No se trata de demonizar una categoría de productos, sino de advertir sobre su uso irresponsable y los posibles efectos negativos.

Las bebidas energéticas pueden parecer «alas» para la juventud larense que busca enfrentar el día a día con más vitalidad. Sin embargo, es crucial que seamos conscientes de que, si no se consumen con moderación y conocimiento, esas alas podrían convertirse en cadenas que pongan en riesgo su bienestar y su futuro. Es hora de abrir los ojos y cuidar el corazón de nuestra juventud.

Rubén Conde/Noticias Barquisimeto