207 años se cumplen de aquella gesta heroica liderada por el General de la Juventud, José Félix Ribas en aquella población aragüeña
De las acciones militares independentistas, la Batalla de La Victoria cuenta con un lugar de honor en los anales históricos de la Nación, surgiendo de aquella triunfal jornada lograda por los jóvenes patriotas el 12 de febrero de 1814, la conmemoración del Día de la Juventud en Venezuela.
Unos meses antes, El Libertador Simón Bolívar había establecido la Segunda República, luego de la brillante Campaña Admirable; pero ahora los enemigos de la Independencia acechan a los patriotas, los pronósticos de guerra se intensifican, una legión infernal se levanta en los llanos occidentales bajo el mando del tirano José Tomás Boves, amenazando los valles de Aragua.
La Gloriosa hazaña de La Victoria
Por su parte, los jefes criollos hacen los esfuerzos necesarios para contener el peligro inminente, pero la derrota en el combate de La Puerta, abre el camino para que las huestes de Boves avancen hasta La Victoria, donde tendrá lugar la memorable Batalla; ese 12 de febrero, hace 207 años, las tropas españolas comenzaron el avance, contando con cerca de 3.500 soldados.
Los defensores de la ciudad, bajo el mando del General patriota José Félix Ribas, apenas alcanzaban los 1.500 soldados, en su gran mayoría jóvenes estudiantes y seminaristas que decidieron hacer frente en aquella guerra a muerte y sin cuartel; el fuego de los fusiles resonaba por todas partes y los españoles ganaban terreno, cercando cada vez más a los jóvenes patriotas.
Las tropas de Ribas, aunque diezmadas, se mantenían firmes en la trinchera de defensa; al caer la tarde Ribas ataca rompiendo la línea enemiga y se inicia un contraataque que culmina con la derrota de las tropas españolas, sellando la gloriosa hazaña de La Victoria.
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¡Necesario es Vencer!
El Libertador, al tener conocimiento del brillante triunfo, envió desde Valencia una elogiosa proclama, dirigida el 13 de febrero a los “Soldados del Ejército Vencedor en La Victoria”, por la cual les dice haber sido escogidos por “…la Providencia para vengar la virtud sobre la tierra, dar libertad a vuestros hermanos, y anonadar con ignominia esas numerosas tropas, acaudilladas por el más perverso de los tiranos”, y le confiere a Ribas el título de “Vencedor de los Tiranos en La Victoria”.
Los sucesos de La Victoria han dejado para las siguientes generaciones una valiosa lección, llena de coraje, entrega, sacrificio y fuerza moral; la juventud presente y futura, debe encargarse de cultivar estos valores, pues en el campo aleccionador de la historia, el triunfo obtenido por aquella muchachada patriota en 1814, ofrece el mejor ejemplo para alcanzar los ideales que enrumban a la Nación a prepararse para los actuales y modernos combates, recordando las palabras de Ribas “no podemos optar entre vencer o morir: necesario es vencer. ¡Viva la República!”
