Mbappé se va de la Eurocopa sin marcar un gol y la favorita ya está fuera. El delantero del PSG vivió su noche más amarga. Negado con la portería durante todo el torneo, el destino le deparaba el final más trágico posible. En la tanda de penaltis, Kylian falló el último lanzamiento para su selección. Lo paró Sommer y cayó la campeona del mundo.

Otro partido trepidante, de infarto. Sin apenas tiempo de reponerse del 3-5 del Croacia-España, Francia y Suiza se marcaron otro partidazo. Fue un duelo imprevisible. Con la campeona contra las cuerdas, con un gol en contra obra de Seferovic y un penalti que paró Lloris a Rodriguez para evitar el 2-0, remontó en tres minutos con un Benzema estelar. Pogba parecía que compraba el billete de cuartos con el 3-1, pero Suiza se reveló en los últimos diez minutos. Marcó Seferovic el 3-2 y a un minuto del final Gavranovic mandó el partido a la prórroga con un golazo.

En otros 30 minutos dramáticos, en un intercambio de golpes y con dos equipos con las fuerzas justas, Francia, gafado con las lesiones, perdía a su mejor hombre, Benzema, luego a Coman, y Mbappé, negado con el gol, seguía sin ver puerta en toda la Eurocopa. Cada jugador ejecutó con sangre fría al portero en cada penalti hasta que quedaba el último de Francia, reservado para Mbappé. Y falló para cerrar un torneo bastante pobre. Hasta el último segundo en el que estuvo presente, el jugador, que parecía destinado a coronarse, se estrelló con la portería rival.

Así que Suiza será la rival de España. No era lo esperado, pero ya no hay duda de que el adversario será una roca. Se cargó a la campeona del mundo con un partidazo. Fue mejor en el primer tiempo y fue capaz de igualar después el 3-1 cuando ya parecía liquidada. Suiza aguantó después de pie en la prórroga y cumplió con los penaltis anotando los cinco.

Cuando hace unos dos meses Deschamps descolgó al teléfono para llamar a Benzema, no se equivocó. De hecho, es la mejor decisión que ha tomado el seleccionador en toda la Eurocopa. Francia y el propio Deschamps, que no acaba de dar con la tecla, estaban contra las cuerdas, con un 1-0 y con un penalti en contra que paró Lloris a Rodriguez. Entonces apareció Karim para remontar con dos goles en tres minutos.

Mirando al torneo de Francia con cierta perspectiva, no resultaba tan extraño que marchara pronto por debajo en el marcador. Salvo en el primer partido ante Alemania, con gol de Hummels en propia puerta y sin jugar bien, en el resto de los partidos siempre se vio por debajo en el marcador. Se adelantó Hungría, también lo hizo Portugal y empató ambos partidos.

Así que Suiza también supo maniatar a Francia, que tácticamente se ha visto casi siempre superada por sus rivales en esta Euro en demasiadas fases de los partidos.

Con las bajas en defensa, con Lucas renqueante y Digne y Koundé lesionados, Deschamps apostó por tres centrales, pero Suiza supo de igual forma hacer daño por dentro, con Shaqiri y las galopadas de Embolo, y por fuera por el lado de Pavard. Por ahí nació el gol de Suiza. Zuber metió un buen balón y Seferovic se comió a Lenglet en el remate de cabeza. No estuvo fino el azulgrana que no vio por dónde venía el balón ni el delantero.

Y eso que Francia había empezado con más brío, con Mbappé corriendo por la izquierda. Hubo una buena llegada de Benzema y un centro de Rabiot que saca justo Sommer para evitar el remate de Karim.

Pero Suiza casi siempre estuvo bien cerrada con sus tres centrales y sus salidas a la contra siempre incomodaban a la campeona del mundo. Y si había que hilvanar, también lo hacía bien con Freuler, Xhaka o el propio Shaqiri. Los tres casi siempre por encima de Kanté o Pogba, demasiado previsibles en una selección en la que solo los tres de arriba ponían algo de ritmo.

Suiza se machó al descanso con un buen motín y bien trabajado. Quedaba lo más duro, aguantar a priori el empuje de una Francia que de quedar eliminada firmaba un batacazo histórico. Y a los nueve minutos de la segunda se asomó ya al abismo. Rodríguez falló el penalti tras una nueva carrera de Zuber por donde Francia hacía aguas. Pavard se lo llevó por delante y el colegiado volvió a la jugada para revisar en el VAR y señalar la pena máxima.

Hay una ley del fútbol, que casi siempre se cumple. Si un campeón está contras las cuerdas, hay que rematarlo. No lo hizo Suiza y en tres minutos se vio perdiendo. Lo hizo Benzema. Primero con un control imposible que le permitió llevarse la pelota y superar a Sommer. Hay que verlo para ver que es real. Parece suerte, pero es un gesto que ya hizo en un entrenamiento en Valdebebas. Que se lo pregunten a Odriozola. Y justo después, tras una pared perfecta entre Mbappé y Griezmann, karim marcó el segundo de cabeza.

Coman había entrado por Lenglet tras el descanso., pero el resumen es muy sencillo. Cuando tienes un tridente como el que tiene Francia, un buen manual y una buena estrategia como la de Suiza acaba en la papelera en tres minutos. Suiza fue mejor, sí, pero esto es fútbol.

Tanto que dejaron a Pogba acomodarse para pegar la pelota como los ángeles desde la frontal y encarrilar el pase a los cuartos. Suiza, sin embargo, no había dicho la última palabra y Seferovic se coló entre los centrales para acortar distancias de cabeza a falta de diez minutos para el final. Y Gavranovic, espectacular saliendo desde el banquillo, puso el empate en el último minuto. El duelo se tuvo que resolver en los penaltis. Era el colofón a un gran partido. Se lo llevó Suiza, que también lo mereció.

Información de: Marca