El venezolano Carlos Carrasco será parte de la histórica serie que se disputa en Puerto Rico, cuando le toque medirse esta noche con los Mellizos de Minnesota, en el estadio Hiram Bithorn de San Juan

Todo un suceso ha sido el retorno del beisbol de Grandes Ligas a Puerto Rico. No es para menos. Ocho años tenía el gentilicio boricua sin albergar un partido de esta naturaleza, desde aquella serie que jugaron los Marlins de Miami y los Mets de Nueva York en 2010.

Aunque en esta oportunidad, la visita de dos equipos ligamayoristas a la Isla del Encanto tiene una connotación más emotiva. Puerto Rico se recupera de un devastador huracán que dejó grandes pérdidas materiales a su paso en septiembre de 2017, al punto que el emblemático estadio Hiram Bithorn sufrió daños estructurales que lo dejaron en condiciones deplorables, no apto para recibir un evento deportivo.

Siete meses después, el recinto que lleva como nombre el del primer boricua en jugar en las mayores luce recuperado y listo para albergar lo que la MLB ha denominado como la “Puerto Rico Series” y en la que un venezolano formará parte de manera protagónica.

El derecho Carlos Carrasco será el encargado de abrir esta noche el segundo desafío entre Indios de Cleveland y Mellizos de Minnesota, en el que irá en búsqueda de colocar su nombre en la historia del beisbol venezolano.

Carrasco se convertirá en apenas el segundo lanzador nacido en Venezuela que tendrá la oportunidad de iniciar un juego en la nación caribeña, ex colonia de Estados Unidos, emulando lo hecho por Antonio Armas jr, que lo hizo en 2003 y 2004, con el uniforme de los Expos de Montreal.

Tony, como se le conoce al bisoño de Antonio Armas padre, no corrió con suerte en las tres aperturas que realizó con el extinto conjunto canadiense y terminó con balance de 0-1 en tres presentaciones en el Hiram Bithorn.

La primera de ellas fue el 15 de abril de 2003 contra los Bravos de Atlanta. Trabajó siete innings en blanco, con tres hits recibidos, dos boletos y dos ponches, pero no tuvo decisión.

El 3 de julio del siguiente año, Armas jr se volvería a encimar en el montículo del feudo borinqueño y se enfrentó contra los Azulejos de Toronto, con Roy Halladay como su adversario. En ese partido cargó con la derrota, a pesar de permitir una sola rayita. Lanzó cuatro episodios de cuatro imparables, dos base por bolas e igual número de abanicados.

Cinco días más tardes se midió con los Piratas de Pittsburgh y tampoco tuvo decisión, después de laborar por 7.0 innings, en los que recibió 1 carrera, 4 hits, 2  pasaportes y 3 ponchados.

Carrasco ahora está a las puertas de convertirse en el primer criollo en conseguir al menos un triunfo en territorio puertorriqueño.Aunque el derecho de 28 años de edad buscará también prolongar su racha invicta de inicio de temporada, en la que ostenta marca de 3-0 y 3.48 de efectividad.

De hecho, tan bueno ha sido su comienzo, que viene de lanzar un juego completo de una carrera frente a los Tigres de Detroit, el pasado 11 de abril en el Progressive Field de Cleveland.

Frente a los Mellizos presenta récord vitalicio de 4 victorias y 6 derrotas, más efectividad de 4.09 en 77 entradas lanzadas. En su última apertura de ronda regular en 207 los enfrentó y los maniató por completo con 8.1 innings sin carreras, una base por bolas y 14 ponches propinados.


Ayuda humanitaria

La Puerto Rico Series es sola una de las actividades que la oficina de la Major League Baseball ha llevado a cabo en la isla como parte de su ayuda para ayudar a levantar un pueblo que todavía forma parte del gobierno estadounidense.

Desde el desastre natural, tanto el comisionado, como los directivos de los equipos han realizado su contribución humanitaria con donativos de comidas, medicinas y ayudas a las escuelas de beisbol.

Con Información de: El Nacional