Barcelona y Atletico Madrid le sirvieron el título en bandeja al Real Madrid, que si este domingo vence al Sevilla FC en Valdebebas alcanzará el liderato, a falta de tres jornadas para el final de la Liga.

Quiso pero no pudo ganar el equipo del Cholo Simeone, no supo nunca como hacerlo el de Ronald Koeman y el 0-0 con que empezó acabó un partido deprimente en clave azulgrana y triste en rojiblanco.

En manos del Madrid, y del Sevilla, queda la Liga después de una tarde tan calurosa como deprimente. Se la jugaban cara a cara Barça y Atlético… Y fracasaron.

No sorprendió con su alineación el Barça pero sí lo hizo con su puesta en escena, pretendiendo ser protagonista pero poco menos que arrasado por el empuje de un Atlético que en tres minutos ya había rondado el área de Ter Stegen en dos ocasiones y que se adueñó, rápido, del partido.

Sin ritmo, sin colocación y sin balón el equipo azulgrana es poco menos que un fantasma que deambula por el campo y todo ello, sumado y aumentado por el desempeño del rival, le desnudó precisamente la tarde en se esperaba que diera una estocada a la Liga. No tuvo argumentos futbolísticos más que mirar a Messi y esperar un enésimo milagro protagonizado por su capitán, que tomando los galones como le demandaba la situación no fue suficiente para conducir a los suyos a esa victoria tan trascendental.

Solo le faltó la conmoción sufrida por Busquets en un choque de cabezas con Savic para agobiar más si cabe al Barça, que a la media hora tuvo que cambiarle, entró en su lugar Ilaix, y perdió la brújula ya sin discusión posible. Recolocado en el mediocentro De Jong, la poca agilidad que se veía con el canterano se evaporó. Un desastre sin disimulo.

Hasta seis ocasiones llegó a contabilizar el Atlético en una primera mitad de claro color colchonero. Sensacional, atento y ágil, Ter Stegen frenó a Llorente, a Suárez, a Carrasco y Correa en pleno asalto de un atlético que apenas si tembló cuando ya se había superado el minuto 40, con una jugada personal de Messi cuyo disparo, magnífico, sacó a corner Oblak.

HASTA MESSI

Quizá lo más decepcionante, o deprimente, para el Barcelona fue contemplar como esperando una reacción furiosa tras el descanso, un cambio de escenario que le disparase hacia la meta del Atlético, se vio apenas mejoría. Y eso en un discurso

generoso para el equipo de Koeman, que sí dio un paso al frente fue rápida y firmemente frenado por el Atlético.

El equipo catalán aceleró cuando el tiempo se le echaba encima. Después de ser dominado colectivamente de manera en ocasiones escandalosa por un Atlético que controló a placer el juego, el ritmo y el partido pero al que le faltó la capacidad de remate de la primer mitad, el Barça, entregado al liderazgo de Messi y suplicando a gritos que el capitán le sacase del atolladero, dio un paso adelante e intentó en la recta final del choque hacer todo lo que no hab´ñia hecho antes…

Pero se encontró con un rival tan cansado como resuelto a no dejarse intimidar, que con el partido amenazando con romperse tras el ingreso desesperado de Dembélé mantuvo la fe sin venirse abajo y tal como defendía con solvencia, y siempre atento al 10, buscaba a través de Joao Félix una llegada definitiva para llevarse el partido.

Pero si no supo cómo romper el partido el Barça no pudo hacerlo el Atlético. Messi tuvo casi la última con un lanzamiento directo que se marchó rozando el palo y con el equipo colchonero volcado en busca de una victoria tan necesaria como indispensable, se durmió la tarde. Con el Real Madrid celebrando el empate y el Sevilla, de pronto, convertido, en juez de la Liga.

Información de: ESPN