Como una fecha crucial y de definiciones se ha concebido el sábado 23 de febrero, día en que según el presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó, ingresará la ayuda humanitaria que se encuentra en cuatro centros de acopio del exterior.

Cúcuta en Colombia, Roraima en Brasil y Curazao han servido como plataformas para que los medicamentos y alimentos enviados desde Estados Unidos permanezcan almacenados, a esta lista de tres se suma Miami, donde también los venezolanos en el exterior podrán enviar insumos a sus coterráneos.

La mirada está puesta en las Fuerzas Armadas Venezolanas a quienes el propio presidente encargado Guaidó y funcionarios de los estados Unidos han hecho un exhorto para que se pongan de y dejar a un lado el mandato del presidente Nicolás Maduro de mantenerse apertrechados en la frontera colombo-venezolana para impedir que ingrese lo que ha denominado como “migajas del imperio”.

Ante el accionar de esta institución altamente cuestionada por el ciudadano, Piero Trepiccione, politólogo, explica que El 23-F se determinará la conducta de los funcionarios, su nivel de homogeneidad y qué tan alineados están con Nicolás

Maduro. “El 23 de febrero será crucial porque va a obligar a tomar decisiones y a determinar cuál va a ser la conducta del gobierno y de las fuerzas armadas”, dijo Trepiccione

Sin embargo, la presión no será sólo hacia los funcionarios de las FAN. El oficialismo y la oposición también están en el centro de atención, pues según el politólogo Reinaldo Rivas, la presión que pueda hacer el parlamento nacional para que los insumos ingresen al país también estarán a prueba. “Ese poder político debe responder a la necesidad del pueblo y a su vez darle fuerza al ciudadano que ha visto una ventana de esperanza y respiro en ese apoyo de la comunidad internacional”, dijo Rivas. Además indica que la ayuda humanitaria tiene como fin decirle al venezolano que no está solo.

Otro de los factores que aumenta la expectativa en torno al 23-F es la posición del gobierno que se mantiene negado a permitir que entre por el puente de Las Tienditas. Rivas asegura que de mantenerse el oficialismo negado al ingreso de la ayuda, se ratificará la desconexión entre “quienes gobiernan a la fuerza y la población que sufre ante la falta de medicinas y alimentos”. En caso de producirse una especie de permiso especial sólo significará “que las fuerzas del gobierno han caído ante la presión del pueblo”.

Negociación

Ante la expectativa por el ingreso de la ayuda humanitaria, Rivas señala que la vía más idónea es que se produzca un proceso de negociación entre el gobierno y la oposición, donde no existan agendas ocultas, sino donde el ciudadano conozca los puntos y qué cederá cada instancia.

Hay que saber el qué y el cómo se va a negociar en cualquier aspecto, bien sea para la ayuda o para la transición”.