Autor del ataque terrorista en Barcelona sigue siendo buscado

Las fuerzas de seguridad españolas tenían el sábado activa una operación antiterrorista en Cataluña, buscando a un sospechoso que podría ser el autor del atropello masivo que el jueves mató a 13 personas en Barcelona y dejó a más de un centenar de heridos, en un acto reivindicado por el Estado Islámico.

Aunque durante la tarde del viernes se trabajó con la hipótesis de que el conductor de la furgoneta podría ser uno de los cinco abatidos en un ataque posterior en Cambrils, Tarragona, la policía terminó descartando esa posibilidad.

Los medios identifican al sospechoso buscado como Yones Abouyaaqoub, ciudadano marroquí de 22 años y vecino de Ripoll, localidad en la que se produjeron tres detenciones.

La policía registró dos domicilios en Ripoll, uno alquilado a nombre de Abdelbaki Es Satty, a quien los vecinos identifican como imán en uno de los oratorios de Ripoll, según la orden de registro a la que tuvo acceso Reuters. El dueño del lugar dijo que no había tenido noticias del ocupante desde el martes.

Las últimas informaciones oficiales apuntan a que una célula extremista compuesta por al menos 12 personas perpetró los dos ataques tras frustrarse su plan inicial de realizar atentados con cilindros de butano.

En las últimas horas de la noche, el portavoz de la policía catalana dijo se identificó ya a los cinco sospechosos abatidos y que era improbable que uno de ellos fuese el conductor de la furgoneta.

Además de los cinco sospechosos muertos, la policía confirmó que cuatro detenidos y tres más identificados. Según medios, dos de los identificados pudieron haber muerto en Alcanar, por lo que sólo un sospechoso seguiría prófugo. La policía no confirmó eso, señalando que todavía investiga los restos.

Estado Islámico reivindicó el atropello con una furgoneta en Las Ramblas, el corazón turístico de la capital catalana, que dejó 13 muertos y un centenar de heridos.

Horas después se produjo el segundo ataque en Cambrils, 120 kilómetros al sur de Barcelona, donde los presuntos atacantes, armados con cuchillos y con cinturones de explosivos falsos, mataron a una mujer española e hirieron a cinco civiles más y a un agente.

Pero la policía dijo que la “pieza clave” de la investigación es la explosión de la casa de la localidad tarraconense de Alcanar, donde aparentemente los atacantes preparaban material explosivo cuando la vivienda explotó frustrando y quizás precipitando los planes de ataque.

“Podía ser perfectamente que quisieran utilizar las bombonas para el atentado de Barcelona”, dijo el consejero de Interior catalán Joaquim Form.

El Gobierno de Cataluña dijo que entre los afectados figuraban ciudadanos de 34 nacionalidades. Entre las víctimas fatales identificadas hay personas de España, Italia, Portugal, Bélgica, Canadá y Estados Unidos.

ALERTA TERRORISTA

La mesa de evaluación de amenaza terrorista se encuentra reunida el sábado para analizar los últimos acontecimientos y tomar una decisión sobre el nivel de alerta terrorista, actualmente en nivel cuatro, el penúltimo más alto del escalón.

En lo que va de año la policía ha detenido a 51 supuestos yihadistas, la mayoría en los alrededores de Barcelona, según datos de Interior.

Tras el atropello en la zona peatonal de la principal arteria de Barcelona, la céntrica y turística Puerta del Sol madrileña recuperó las grandes jardineras instaladas hace meses, cuando la alerta de seguridad se elevó al nivel 4 después de atentados en toda Europa.

En un comunicado a través de su agencia AMAQ que no pudo ser verificado, Estado Islámico reivindicó el ataque de la capital catalana.

“Los autores del ataque de Barcelona son soldados del Estado Islámico y realizaron la operación en respuesta a los llamamientos para tener como objetivos a países de la coalición”, dijo en referencia a la coalición liderada por Estados Unidos contra el grupo extremista suní.

España, que sufrió en 2004 el peor atentado yihadista registrado hasta ahora en suelo europeo, con 192 muertos, cuenta con varios cientos de soldados en Irak que imparten formación a las fuerzas locales en la lucha contra el Estado Islámico, pero no participa en operaciones terrestres.

Si se confirma la participación de extremistas islámicos, se trataría del último de una serie de ataques que en los últimos 13 meses han utilizado vehículos para provocar masacres en ciudades europeas. Ese modus operandi ha causado más de 100 víctimas mortales en Niza, Berlín, Londres y Estocolmo.

En medio de intensos controles, registros e incluso algunas explosiones controladas, las ciudades más afectadas trataban de recuperar la normalidad aunque la conmoción por lo sucedido aún era palpable en Las Ramblas, donde los quioscos y el popular mercado de la Boquería reabrían el sábado.

El rey Felipe VI se unió el viernes al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y a las autoridades regionales en una concentración en la Plaza de Catalunya en la que miles de personas guardaron un minuto de silencio que acabó con el grito en catalán “No tenemos miedo”.

Información de: REUTERS