Desde la Biblioteca del Palacio Apostólico, el Santo Padre, dirigió la acostumbrada Audiencia General, la cual giró en torno a la oración de contemplación
Vaticano | El Papa Francisco, en la catequesis realizada en la Audiencia General, de este miércoles, se refirió al tema de la “Oración de Contemplación”; en este sentido, afirmó que, más que un método para rezar, la contemplación “es una íntima condición del ser humano que debemos descubrir. Somos contemplativos, tenemos la capacidad de ver el mundo con los ojos del corazón, que van más allá del simple examen de la realidad, mirando desde el amor y la fe”. De igual manera, expresó: “Nuestra oración contemplativa nos pone delante de un Dios que nos mira con amor. La luz de esa mirada ilumina nuestro espíritu, le da ojos de misericordia para contemplar el mundo”.
Jesús, modelo de oración contemplativa
El Santo Padre, subrayó que Jesús es el modelo de oración contemplativa: “El mismo Señor es modelo de esta oración, una oración que no se desentiende de la realidad y el sufrimiento, sino que, por el contrario, se acrecienta ante la inminencia de su Pasión”; prosiguió diciendo que, la “llamada del Evangelio es seguir a Jesús en la vía del amor. Esto es el culmen de toda la vida cristiana. Caridad y contemplación son sinónimos, se refieren a la misma realidad”.
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El Pontífice subraya la unidad entre caridad y contemplación de la siguiente manera: “San Juan de la Cruz afirmaba que un pequeño acto de amor es más útil a la Iglesia que todas las demás acciones juntas. Un acto de amor, purificado en la oración para que no nazca de nuestra presunción y de nuestro egoísmo, es el mayor milagro que un cristiano pueda alcanzar”.
Invitación a rezar el Rosario
Al respecto, el Papa Francisco invitó a todos los fieles a ser parte de la Iglesia que reza el Rosario en todo el mundo, de manera especial “en este mes de mayo, para invocar el fin de la pandemia y la reanudación de las actividades sociales y laborales; rezando por todos, especialmente por los ancianos, por los jóvenes, los enfermos, los niños, y los recién casados”, para que, vean en la Virgen María un “modelo de fe y testigo operante de la palabra de Cristo, para obtener el vigor cristiano en las opciones y dificultades de la vida”.
Por último, el Pontífice recitó la Oración del Padrenuestro e impartió la Bendición Apostólica a todos los fieles de la Iglesia.
AV / Con información de Vatican News
