Atropellan a un joven frente el estadio Farird Richa

Joven fue arrollado en plena avenida libertador con calle 37, por una Blazer color Negra, el domingo en horas de la madrugada. El cuerpo de Manuel Andrés García de 21 años, quedó tendido frente al estadio Farid Richa.

Manuel salió el sábado en la noche con unos amigos, estuvo en el club Olímpico que se ubica detrás de la casa Sindical donde compartió hasta las 4:00 de la madrugada, cuenta su hermano.

García y su amigo, decidieron irse a su casa en Barrio Unión, pero antes acordaron comer unas empanadas frente a la a la Feria de las Verduras de la 37. Cuando iban camino al sitio, cruzaron la avenida a la altura del Farid Richar.

A unos cuantos metros de la isla, paso a mayor velocidad una camioneta Balzer negra y arrolló a Manuel, el cual lo dejó tendido en toda la avenida. Su amigo iba delante de él y logro cruzar, pero escuchó un golpe, al percatarse de lo sucedido lo vio en el piso golpeado.

Regreso a ver a su amigo, cuando llegó le midió el pulso y tocó su corazón para ver si aún tenía vida, y se dio cuenta que no tenía signos vitales. Con lagrimas en los ojos movió el cuerpo hasta la isla para evitar que otro carro le pudiese pasar por encima de él.

Los familiares de Ma­nuel fueron llegando poco a poco, uno de ellos con una sábana en la mano, tapó el cuerpo.

La madre de Manuel sostenía entre sus manos los zapatos deportivos negros de la víctima. Privada del llanto, colocó su cabeza sobre el capó del coche fúnebre que trasladaría el cuerpo. La mujer no dejaba de repetir que le habían quitado a su “catire”.

“¡Mi hijito, Dios mío, no me lo quites, mi amor no te vayas, quédate conmigo!”, eran los gritos desesperados de la mamá de Manuel en el sitio donde quedó sin vida. La mujer no podía creer que su hijo estuviese muerto.

Las personas que hacían la cola para la Feria de las Verduras llamaron al Servicio de Emergencias 911, quienes se comunicaron con la PNB, responsable de tránsito. Los funcionarios llegaron para hacer las mediciones y levantar el cuerpo y luego fue llevado a la morgue del Hospital Central An­tonio María Pineda.

Información La Prensa

María Alexandra Jiménez