¡Y llegó el día! Esperé casi un año para volver a las salas de cine en Venezuela. Pues la pandemia del COVID-19 generó la cuarentena que obligó a cerrar todo tipo de espacios cerrados.
Sin embargo, hace tres semanas el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro. Autorizó la reapertura de los cines en Venezuela. Por eso decidí ir al primer lunes popular Post-Cuarentena a revivir la experiencia del séptimo arte.
Llegué con mi acompañante a la sala de Cines Unidos correspondiente al Sambil Barquisimeto (Única abierta en Lara). Si bien los precios están reflejados en Divisas, todavía siguen funcionando las taquillas automáticas que aceptan el pago en Bolívares al cambio del Banco Central de Venezuela (BCV).
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Pero en nuestro caso íbamos a cancelar en Divisas, por lo tanto, hicimos la cola con la cajera. Al llegar, nos dimos cuenta que están vendiendo boletos en las salas normales 3,5$ y en las salas premium 4,5$. Los lunes sigue habiendo 50% de descuento.
Se presentó el primer inconveniente, usted como lector debe imaginarse cual. Como ocurre con los negocios en Barquisimeto, me dijeron la frase más popular del comercio larense: “No tenemos vuelto”, pues ahora quien tiene vuelto pareciera ser un “superhéroe” en algo que debería ser totalmente normal.
Le respondí a la cajera: “No hay problema, voy a terminar de consumir el billete (10$) en la caramelería”. Efectivamente, el combo para dos, cuesta ahora 5$ y el 0,5$ restante, lo pagué en un snack. Pero me fijé en un detalle muy importante y es que las máquinas expendedoras de refrescos no están funcionando. Te llenan el vaso con hielo y te lo sirven directamente desde el envase. Tampoco dan pitillos por medidas de Bioseguridad y debes consumir directamente desde el vaso.
Las cotufas no han perdido su calidad y procedimos a ingresar a las salas luego que nos hayan tomado la temperatura y aplicado alcohol para lavar nuestras manos. Como siempre muy limpias, el piso brillaba y los trabajadores se notaban alegres recibiendo apenas al 30% de los ocupantes en unas salas con capacidad aproximada de 100 personas.
La sala de cine premium con sus butacas negras lucía inerte, todo lo contrario al entrar a un recinto antes de la pandemia cuando las personas con sus murmullos, risas y demás. Copaban el lugar.
Poco a poco llegaron las demás personas a la sala, al final aproximadamente 20 disfrutamos de la función que inició a la hora indicada. Detallando los asientos, se notaba un poco la humedad dejada en los mismos, por efectos del amonio cuaternario. Sustancia utilizada para la desinfección de los lugares.
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Hubo poca supervisión por parte del personal al cumplimiento de las medidas dentro de la sala. Sin embargo, fue importante para nosotros constatar que hay muy pocos trabajadores en la reapertura del cine antes mencionado en esta historia.
Culminó la película y nos retiramos como siempre, todos con nuestros tapabocas luego de haber consumido las cotufas y los refrescos. Una experiencia que sin duda repetiría como lo hacía antes de esta terrible enfermedad.
En honor al Lic. Alexei Guerra, víctima del COVID-19. Colega, fanático del séptimo arte y autor del programa Zona de Cine que se transmitía en la radio todos los sábados.
Daniel Oviedo / Noticias Barquisimeto
