La colonización de Marte no será nada sencilla. Además del problema de la comida, el agua, la ausencia de atmósfera, la radiación, las temperaturas, el viaje bastante largo y cómo afrontarlo, una de las cuestiones más complejas es la energética.
¿Cómo se producirá la energía allá? Hablamos de suficiente energía para satisfacer nuestras necesidades básicas. No todo se puede solucionar cargando pesadas baterías o combustibles fósiles. La solución es claramente la energía renovable.
Sin embargo, los científicos de la Universidad Tecnológica de Delf nos hacen entender que no será un trabajo fácil: “La generación de energía renovable en Marte es un reto tecnológico”.
Marte recibe sólo el 43% de la luz solar de la Tierra, explican los científicos, y nuestra tecnología energética actual tiene la suerte de alcanzar un 40% de eficiencia en ese aspecto. La energía nuclear sigue siendo impensable; no es posible cargar las naves espaciales con secciones de turbinas eólicas pesadas y que requieren mucha mano de obra, ni con reactores nucleares.
Por el momento, la solución más viable es la cometa.
El elemento que en el Planeta Rojo está mucho más dominado que en la Tierra es sin duda el viento. Alcanza una potencia mucho mayor que la que experimentamos aquí y también llega a alturas vertiginosas, arrasando desiertos completos con tormentas de arena.
“A pesar de la baja densidad de la atmósfera marciana, la velocidad del viento es lo suficientemente alta como para que la energía eólica sea competitiva con la nuclear en términos de energía producida por unidad de masa”, escribieron los científicos en su artículo sobre este tema.
La cometa que se está diseñando tendría un tamaño de 50 metros y pesaría algo más de 130 kilos. Formaría parte de una estructura robótica controlada desde el suelo y generaría unos 127 megavatios hora al año, suficientes para abastecer de energía a cinco familias aquí en la Tierra.
Si eres un apasionado de Marte, seguro que te interesa conocer el misterio de las extrañas rocas encontradas en el Planeta Rojo por el rover Perseverance o el volcán que estuvo activo allí hasta hacer relativamente poco tiempo.
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