Como una víctima más de la delincuencia feligreses despidieron a través de una misa en la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe al sacerdote Iraluis José García Escobar. Tristeza, lagrimas, pesar se sentía en el ambiente que más allá definieron como “una celebración del recuerdo, de un gran oyente de los necesitados y un gran amigo de los desfavorecidos”.
Los habitantes del barrio Santa Isabel al oeste de Barquisimeto, dispersados por toda la capilla señalaban las grandes virtudes de un sacerdote que solo ofrecía cada parte de su ser para todo aquel que necesitara una mano amiga.
Con tan solo 39 años, el padre de la iglesia Nuestra Señora de Fátima de la Arquidiócesis de Barquisimeto, fue asesinado la tarde de este lunes para robarle su camioneta Terios en el barrio Santa Isabel, al oeste de Barquisimeto, cuando recibió dos disparos que sorprendieron a los vecinos. Enseguida fue trasladado al hospital del seguro social Dr. Pastor Oropeza pero era demasiado tarde.
Graduado como abogado el sacerdote Iraluis Iraluis José García decidió dedicar su vida a predicar la palabra de dios. Con 14 años en la comunidad al servicio religioso, se dedicó al trabajo de realizar campañas para recolectar fondos para salud y alimentación, entre otras causas que pudieran ayudar a los más necesitados.
“Pedimos por la conversión de quienes le dieron muerte. Como cristianos no podemos guardar rencor ni desear el mal a nadie, sino pedirle misericordia a Dios para tantos corazones que andan divagando” expresó el vicario de la Arquidiócesis de Barquisimeto al despediro
Es importante resaltar que tras el asesinato del sacerdote, funcionarios del CICPC se extendieron por la zona buscando a dos sujetos, que fueron señalados cómo los posibles causantes del hecho dentro de la lucha uno de ellos resulto herido y falleció en la escena debido a la resistencia que presento a negarse a ser apresado por los funcionarios y el segundo sujeto se dio a la fuga.
Foto de: El Pitazo
