Asesinan a dos adolescentes cerca del cementerio de Cabudare

Ocho tiros y el motor de una motocicleta fue lo que se escuchó. Ayer en la mañana asesinaron a dos adolescentes de 16 años en la urbanización La Mata entre carreras 4 y 5, a una cuadra del cementerio municipal de Palavecino. Los muchachos regresaban de una rumba cuando fueron acribillados.

Una vecina contó que a las 6:15 de la mañana, cuando se estaba tomando el primer traguito de café, escuchó dos plomazos. No pasaron ni cinco segundos cuando una ráfaga de tiros se escuchó. Al volver la calma, los vecinos salieron a ver lo que pasaba y pillaron dos cuerpos tirados en distintos sitios.

“Yonaiker” quedó tiroteado frente a una casa de la carrera 4. Relatan que el muchacho luego de recibir el disparo salió corriendo, pero a unos 40 metros cayó bocabajo muerto.

La cara la tenía llena de sangre. Era moreno y de contextura gruesa, no aparentaba 16 años. A los minutos llegó la madre, quien se colocó a un lado del cadáver llorando desesperada, no se quería apartar del cuerpo de su hijo.

“Me lo mataron como un perro. ¡Ay mi papi, papito no, no!”, gritaba la mujer mientras era sostenida por otra persona.

A unos 80 metros, pero en la avenida que da al cementerio quedó el cuerpo tendido de “Antoni”. El jovencito estaba bocabajo, tenía un disparo en el pecho y en la cabeza, vestía franela negra y pantalón negro.

El menor cayó justo frente a una casa con cercado de alfajol. Fuentes policiales presumen que el joven haya intentado resguardarse en la vivienda, pero los criminales le dispararon.

Los propietarios de la casa no saben lo que sucedió, pues estaban durmiendo cuando pasó todo.

La familia del joven llegó al sitio a la hora, pues el jovencito residía cerca de donde lo mataron. Todos estaban desconsolados, no quisieron dar detalles sobre el muchacho.

Funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc llegaron hasta la escena del crimen para colectar las evidencias y hacer el levantamiento de los cuerpos. Dos cuadras fueron cerradas por los funcionarios para hacer las experticias.

Los curiosos hablaban entre ellos y decían que no conocían a ninguno de los dos chamos asesinados.

En el sitio se pudo conocer que los jovencitos salían de una rumba en la zona cuando fueron interceptados por los criminales. Según un familiar de “Yonaiker”, él no estaba metido en problemas y estaba estudiando bachillerato.

Nota de: La Prensa