Tras el fracaso del año pasado en Cancún, donde las divisiones impidieron aprobar un texto sobre Venezuela, los cancilleres de los países americanos se reúnen el lunes y el martes en Washington con la crisis venezolana como punto central de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Estados Unidos y el Grupo de Lima buscan una resolución de condena a Nicolás Maduro, que Washington pretende además que sea el inicio del proceso de suspensión de Venezuela en la organización.

¿Qué es la Asamblea General de la OEA?

Es la cita anual más importante de la OEA, la única organización en la que están los 35 países del continente americano. Cuba es miembro pero no reactivó su participación tras el levantamiento, en 2009, de la suspensión de la que fue objeto en los años 60, por lo que la organización funciona con 34 países.

La OEA tiene su sede en Washington y la 48 Asamblea General se celebra allí como gesto por su 70 aniversario, que fue en abril. No hay país anfitrión, sino que ejerce como tal la propia OEA.

¿Cuál es el tema de la Asamblea General?

En esta ocasión no hay un tema que dé título al encuentro, pero la cita va a estar centrada en la situación en Venezuela. Maduro acaba de ser reelegido en unas elecciones rechazadas expresamente por falta de garantías democráticas por 15 países de la OEA, la crisis humanitaria se agudiza y el éxodo de venezolanos ha generado una crisis migratoria en los vecinos Colombia y Brasil.

¿Habrá una resolución de condena a Nicolás Maduro?

La persiguen Estados Unidos y el Grupo de Lima, compuesto por otros 14 países americanos críticos con Maduro. Pero para ello necesitan al menos 18 votos -tres más de los que son- y los buscan entre los pequeños países del Caribe que tradicionalmente han apoyado a Venezuela porque reciben de ella petróleo a bajo precio.

Estados Unidos, además, quiere que la resolución sea más que una condena. Pretende que inicie el proceso de suspensión a Venezuela en la OEA, como pidió Mike Pence en mayo en el primer discurso allí de un vicepresidente estadounidense en casi 25 años.

¿Cuál sería el proceso para expulsar a Venezuela?

En esta Asamblea General no se podría hacer, pero sí se podría poner en marcha convocando una Asamblea General Extraordinaria.

El Artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana establece que es en sesión extraordinaria, “tras constatarse que se ha producido la ruptura del orden democrático en un Estado Miembro y que las gestiones diplomáticas han sido infructuosas”, donde se puede suspender a un miembro con el voto de dos tercios de los países.

Sería inmediata y un gesto simbólico para frenar un golpe de efecto de Maduro, que el año pasado puso él mismo en marcha el proceso para sacar a Venezuela de la OEA. Ese proceso dura dos años, que se cumplen en abril de 2019. Nunca un país dejó voluntariamente la OEA. Sí ha habido dos suspensiones: además de Cuba, Honduras fue suspendida en 2009 tras el golpe de Estado contra Manuel Zelaya. Dos años después se levantó el castigo.

¿Qué dicen los analistas?

Los analistas consultados por dpa no creen que esté asegurado que vaya a salir adelante una resolución sobre Venezuela.

“No es claro aún que los números hayan variado significativamente desde la última Asamblea General, por lo que es posible que una vez más no se llegue a una resolución sobre la mayor crisis humanitaria que hayan atestiguado las Américas en tiempos modernos”, dice Juan Carlos Hidalgo, del Instituto Cato.

El presidente del Diálogo Interamericano, Michael Shifter, cree improbable una suspensión. “No estoy seguro de que haya los votos necesarios. Pero puede ser posible asegurar votos suficientes para una resolución de condena al régimen de Maduro. El Grupo de Lima puede ser capaz de sumar a algunos pocos Gobiernos adicionales a un apoyo a la resolución”, indica.

Geoff Ramsey, subdirector para Venezuela de WOLA, que se dedica a la investigación y la promoción de los derechos humanos en América, es más crítico. “Si llega a haber resolución, no espero ninguna que aborde la crisis de Venezuela con sentido, sino que será más bien una llamada a expulsarla de la OEA como resultado de violaciones de la Carta Democrática”, señala.

Nicaragua, una crisis ausente

En el país centroamericano ha muerto un centenar de personas desde que comenzaron las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega a mediados de abril, según organizaciones de derechos humanos. Pero en la OEA no ha habido una sola reunión al respecto. El secretario general, Luis Almagro, ha sido acusado de doble rasero respecto a Venezuela, pero también es cierto que tampoco ningún país ha propuesto llevar el tema a la Asamblea.

DPA