Arranca la NBA con incertidumbre y renovada rivalidad Lakers-Clippers

El escenario se presenta completamente renovado esta temporada en la NBA, donde un cambio sísmico en cuanto al movimiento de superestrellas ha abierto las puertas de par en par a una serie de candidatos al título en 2020, entre ellos los Clippers y Lakers de Los Ángeles.

La liga norteamericana, cuya repentina crisis con China se adivina duradera, espera que la emoción en la cancha a raíz de numerosos e inesperados cambios eclipse la polémica y rebaje las tensiones a partir del martes, cuando arranque la temporada regular.

Con el alero Kevin Durant ahora en Brooklyn y fuera de combate y el escolta Klay Thompson descartado para la primera mitad de la campaña tras una cirugía de rodilla, la presencia de los Golden State Warriors en la final, habitual en las últimas cinco temporadas, parece poco probable.

El base Stephen Curry asegura que el campeonato “sigue siendo el objetivo”, tanto para él como el ala-pívot Draymond Green y el resto del plantel, después de caer ante los Toronto Raptors en la serie por el título la campaña anterior.

Pero justo cuando los Warriors inauguran su nuevo y deslumbrante pabellón en San Francisco, el centro de gravedad en la todavía poderosa Conferencia Oeste se ha desplazado hacia el sur.

Los Clippers son los favoritos, según una encuesta de gerentes generales, gracias a la llegada de Kawhi Leonard, procedente de Toronto, y Paul George, de Oklahoma City. El renovado plantel californiano espera destronar a los Lakers como el mejor equipo de Los Ángeles, aunque la histórica franquicia que lidera LeBron James opondrá resistencia.

Un LeBron “muy motivado”, cuya primera campaña en Los Ángeles terminó sin clasificación a los Playoffs por primera vez desde 2005, advierte que el equipo está listo para competir con la incorporación de la ex estrella de los New Orleans Pelicans, el ala-pívot Anthony Davis, además del poste Dwight Howard, el alero Kyle Kuzma y el escolta Danny Green.

Clippers y Lakers inician la temporada el martes, cuando los Raptors arranquen su defensa del título alzando su primera bandera de campeones en el juego inaugural contra los Pelicans. El Clippers-Lakers es el primero de cuatro duelos vecinales en la temporada, incluida la jornada navideña.

La liga, que ha cultivado minuciosamente los mercados extranjeros y ha acogido un número cada vez mayor de jugadores internacionales, encajó con preocupación la polémica con China, que amenaza sus lucrativos acuerdos de patrocinio y retransmisiones televisivas desde que el ejecutivo de los Houston Rockets, Daryl Morey, tuiteara su apoyo a los manifestantes pro-democracia en Hong Kong.

El debut de Durant con Nets, congelado

No todos los movimientos del mercado generarán dividendos inmediatos.

Durant no se estrenará con Brooklyn esta temporada, pendiente de recuperarse de su rotura del tendón de Aquiles. Pero con el armador Kyrie Irving, procedente de los Boston Celtics, y el poste DeAndre Jordan, los Nets esperan competir. “La liga está abierta en ambas conferencias, Este y Oeste, por lo que queremos aprovechar nuestra oportunidad”, avisa Jordan.

Los Clippers tampoco contarán con el recién llegado George hasta que se rehabilite de una lesión en el hombro. El alero no fue la única superestrella en abandonar Oklahoma City, quien cambió al MVP (Jugador Más Valioso) de 2017, Russell Westbrook a los Rockets de Houston, por el veterano armador Chris Paul.

En Houston, Westbrook se unirá al MVP de 2018 James Harden, antiguo compañero en los Thunder de 2012. “Será fácil”, zanjó Harden cuando se le preguntó acerca del encaje.

El alero Giannis Antetokounmpo estará algo más solo en Milwaukee, que cayó en la final de la Conferencia Este ante Toronto. El ‘Greek Freak’, que apenas cuenta 24 años, llega a su séptima temporada como superestrella consolidada.

La esperanza para la NBA es que Zion Williamson, de 19, alcance pronto un nivel parecido. El dinámico alero, que destacó en la universidad antes de ser elegido por los Pelicans con la primera selección del Draft, brilló durante la pretemporada, promediando 23.3 puntos en 27.3 minutos por juego; aunque tampoco podrá iniciar la campaña regular por problemas físicos.

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