Argentina apuesta por el voto obligatorio para los residentes extranjeros

Incorporará a los migrantes con permanencia legal en el padrón electoral de forma automática, sin la necesidad de realizar un trámite previo, tal como sucedía antes.

Argentina sancionó el primer Código Electoral en la historia del distrito. La medida trajo un beneficio sustancial para más de 400.000 extranjeros con residencia permanente en la ciudad: su empadronamiento en los comicios ─desde ahora─ será automático y obligatorio. Es decir, no tendrán la necesidad, como ocurría antes, de realizar un trámite previo para acceder a su derecho al voto. De esta forma, se empodera el sufragio migrante para las próximas elecciones primarias del 12 de septiembre y en las legislativas del 14 de noviembre, donde se elegirán nuevos diputados y jefes comunales, como así también a un jefe de Gobierno.

Desde ahora, todas las personas migrantes mayores de 16 años, con documento nacional de identidad argentino y domicilio en la ciudad de Buenos Aires, podrán acercarse a las urnas con mayor facilidad. Esto posibilita una participación electoral en la capital del país veinte veces superior en relación con los últimos comicios presidenciales del 2019. Según un informe oficial de la Defensoría del Pueblo, solo 20.857 extranjeros se registraron voluntariamente para votar aquel año. Sin embargo, a la hora de votar, se presentaron 8.965. El estudio refleja, por otro lado, que esa última cifra fue mucho mayor en comparación con las tres elecciones previas de 2017, 2015 y 2013. Lo que demuestra un interés en aumento a la hora de elegir autoridades por parte de ese segmento poblacional que, sumado a la nueva disposición, podría fortalecerse mucho más en septiembre.

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Para Leonardo Farías, director del Centro de Estudios Sociales Para el Desarrollo Territorial (CESDET) ─organismo dedicado al estudio de la participación ciudadana en Buenos Aires─, la sanción de la ley de empadronamiento automático es un “logro” y reafirma el derecho migrante “para elegir a las autoridades de su distrito”. “Era tan engorroso hacer antes el trámite del registro electoral que, aun cumpliendo con todos los requisitos para votar, muchos optaban por no hacerlo”, explica Farias

“Ahora todos los partidos que disputan la elección le están prestando mucha atención a este tipo de voto”

Si bien el número de personas extranjeras en condiciones de sufragar que finalmente se acercan a las urnas no es alto en comparación con el padrón total de la ciudad (dos millones y medio de electores), su importancia para las fuerzas políticas en campaña no es menor. “Ahora todos los partidos que disputan la elección le están prestando mucha atención a este tipo de voto. Dependiendo la cantidad que se presente ese día, pueden influir en la elección de tres o cuatro legisladores, que no es poco”, advierte el director del CESDET.

Según estimaciones propias de la organización, basándose en estadísticas oficiales, la población migrante en Capital Federal está integrada por ciudadanos de Bolivia (unos 65.400); Paraguay (54.800); Perú (41.500); Uruguay (23.300); España (12.900); Italia (11.900); China (10.900); Brasil (6.900); Chile (6.500); Colombia (6.300); Venezuela (5.000) y Corea del Sur (5.000), entre otros. El 54 % son mujeres, mientras que el 46 % corresponden a varones.

Para Farías, sin embargo, la mayoría de las comunidades que viven en suelo porteño sufren un problema transversal que excede al derecho al voto: la discriminación. “Trabajamos con varios grupos de extranjeros en diferentes territorios y todos señalan la hostilidad con que se los recibe acá. Por eso es importante generar más espacios institucionales en donde ellos puedan expresar sus inquietudes con respecto a la ciudad”, confiere