Agente encubierto del FBI revela como infiltrarse en grupos radicales Islámicos

Un Agente encubierto del FBI revela como es involucrarse a los grupos radicales Islámicos, lo cual no fue tarea fácil para él, pero logro su trabajo por su constancia y amor a su país Estadounidense.

No conocemos su nombre real, pero sí una de sus identidades falsas: Tamer Elnoury. También sabemos que su trabajo conlleva un riesgo especial dentro del espionaje: infiltrarse en grupos radicales islámicos.

Es hijo de inmigrantes egipcios en Estados Unidos y un devoto musulmán.

Comenzó su carrera policial en Nueva Jersey, dedicado a desbaratar redes de narcotráfico. Pero luego lo contrató el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés), que necesitaba personal que hablara árabe, y su vida cambió.

Aprendió a asumir diferentes identidades, a crear “leyendas” —como llaman en el FBI a las historias de vida falsas de sus agentes encubiertos—, a actuar.

Así persiguió y desactivó planes para cometer atentados mortales, como el que tenía un tunecino con el que entabló amistad durante meses, quien pretendía descarrilar un tren entre Nueva York y Toronto.

Ahora que decidió contar secretos de su labor, Elnoury afirma que “la parte más difícil” es precisamente pasar el tiempo con extremistas, fingiendo ser amigo y confidente de alguien que planea una atrocidad.

Mi trabajo es poner los brazos alrededor de un tipo malo. Y, por supuesto, todas esas atrocidades que estamos planeando son repugnantes para mí“, dice Elnoury en una entrevista con la BBC.

“Indicador de terrorismo”

Claro que hay diferentes etapas en las operaciones encubiertas como las que realiza Elnoury, quien acaba de publicar un libro sobre su trabajo titulado “American Radical” (Radical Americano).

Primero es necesario detectar sospechosos.

Tapa del libro American RadicalDerechos de autor de la imagenPENGUIN

Elnoury dice que su primer “indicador de terrorismo” surge cuando alguien no se ajusta a la sociedad y se aferra al odio. “Es un individuo que se aparta de las mezquitas o se aparta de su familia. Se convierte en un solitario de algún tipo”, explica.

Pero Elnoury también ha contado la ayuda de la vasta —y a menudo polémica— red de vigilancia montada en EE.UU. tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Al tunecino Chiheb Esseghaier, una figura clave del plan para descarrilar el tren entre Nueva York a Toronto, comenzó a investigarlo en 2012 ante sospechas de su Buró y del espionaje de Canadá de que reclutaba militantes para la red al Qaeda.

El FBI preparó un encuentro “fortuito” a bordo de un vuelo doméstico que Esseghaier tomaría en suelo estadounidense. Entonces comenzó la etapa de poner en práctica lo que aprendió en sus clases de actuación, para ser reclutado por Esseghaier y formar parte del plan.

Lo logró haciéndose pasar por un rico estadounidense de origen árabe, con un profundo resentimiento personal.

“Honor”

Elnoury señala que un elemento crucial para ser convincente como agente encubierto es evitar que las “leyendas” o historias personales ficticias que asume se alejen demasiado de la realidad.

“Cuando viajas por el mundo con un individuo ideológicamente extremista y pasas días, semanas junto a él, tus verdaderos colores salen finalmente cuando estás cansado”, explica.

Entonces, si tu leyenda es esencialmente quien eres, solo con los hechos importantes retorcidos y cambiados, esa es una receta para el éxito”, agrega.

Pero sostiene que también logra credibilidad intentando mirar el lado humano de las personas con las que debe lidiar, “ya sea un científico que cura enfermedades infecciosas, o cuán bien le habla a su madre, o cuida financieramente de sus hermanos”.

Pero a veces no le ha resultado nada sencillo.

Un hombre se detiene frente al memorial que recuerda a las víctimas de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.

En una entrevista para el programa “Sesenta Minutos” de la cadena estadounidense CBS, Elnoury recordó haber enfurecido el día que Esseghaier le dijo que EE.UU. “necesitaba otro 11-S”, refiriéndose a los ataques de 2001.

Ambos estaban en el lugar de Nueva York donde cayeron las Torres Gemelas por aquellos atentados, y Elnoury estuvo a punto de revelar su identidad ante el comentario de Esseghaier, que también planeaba un ataque en el turístico Times Square para la noche de Año Nuevo.

Pero Elnoury consiguió contenerse. Y la operación encubierta alcanzó la etapa de los arrestos, en base a su investigación.

Essengaier y Raed Jaser, un canadiense descendiente de palestinos, fueron arrestados en 2013 y sentenciados a cadena perpetua dos años más tarde.

Ante la pregunta de la BBC sobre qué diría a aquellos que lo ven como un traidor a su propia religión, Elnoury responde que lo toma como un “honor” cuando se trata de radicales como los que persigue.

“Soy musulmán y estadounidense, y estoy horrorizado por lo que esos animales están haciendo a mi país mientras profanan mi religión”, sostiene. “Así que si me llaman así, ¡entonces gané!”.

BBC