Adiós a un cardenal que le cantó y se enamoró de Lara

El gobernador del estado Zulia, Omar Prieto confirmó el fallecimiento de Jesús Salvador Terán, conocido en el mundo de la gaita como «Chavín». Fue recluido en el Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo (Sahum) el pasado 24 de diciembre al resultar positivo con COVID-19.

Soy tamunangue de Lara,
Soy carrillo y sus cantares,
El diablo ‘e Carora Duaca y Cabudare
Soy el golpe tocuyano
Soy capital musical,
Soy el maestro Lucena,Violín de canela
Rojo cardenal

Eres alegría, afecto, carisma,  hermandad. Eres Zulia y Venezuela. Un torbellino en el escenario, frente al micrófono, en las cabinas de radio y ante las cámaras de TV.  

Enero trajo en su segundo día la noticia que nos negamos a esperar: la partida física de “Chavín”, la del hombre sencillo bautizado como Jesús Salvador Terán, el Gran Chavín.

Nació en Cabimas el 1 de diciembre de 1951, fue el quinto de los 8  hijos de la familia que conformaron Ana Luisa Terán y Manuel Mavares. Tenía 69 años y una gran una carrera artística.

Vino al mundo con el talento artístico inconmensurable, que desde muy niño le permitió ser un excelente declamador, cantante, animador, creador de versificaciones, cuatrista y humorista natural, señala León Magno Montiel, en el sitio web Sabor Gaitero.

Traigo polvo del camino / tengo rota la garganta y mi pecho se agiganta al cantarte pueblo mío/ Canto con Rincón Morales, traigo la musa más bella/ que es la gaita y yo sin ella me acongojan los pesares / Oh gaita maracaibera, la llevo en mi corazón/ con la misma tradición vuelve a ser igual a aquella/ tan popular y tan bella que imperaba soberana / porque tú eres la zuliana nuestra gaita verdadera.

En 1975 entró al mundo de la gaita con la agrupación Los Azulejos y dos años más tarde ingresó a “El Coloso de Cantares” Rincón Morales.

Que bonita sensación es la que yo estoy sintiendo /Después de viejo queriendo y con todo el corazón/ Aunque no me había llegado / hoy se posó aquí en mi pecho / Y me siento satisfecho porque aunque tarde llegó…e…e!

Hizo eterna “Nunca es tarde para amar”, gaita romántica del compositor Lenín Pulgar, en los ’80. También son inolvidables Pasión gaitera y el famoso Popurrí aniversario, de Humberto “Mamaota” Rodríguez, en homenaje a la divisa Rincón Morales.

En 1986, recuerdan sus biógrafos, fue llamado para  gaitear con Cardenales del Éxito. Iba como solista y animador estelar. “Pegó en la radio temas como Cosas Nuestras y La Feria, de Danilo Bautista; Huele a Navidad, de Ricardo Hernández; Tatuaje zuliano, ambas en 1994, y Siete Estrellas, de Rafael Rodríguez en 1995.

Cuando se produjo una división del conjunto gaitero, se marchó de la divisa roja con  Carlos Castillo para  Venezuela Habla Cantando. Desde el año 2007 gaiteó con “Amparito Show”, de su amigo y hermano Ricardo Portillo.

En paralelo a la gaita, “cultivó el canto venezolano, el merengue oriental, la danza, la décima; primero con el grupo Aguinalderos de Mérida. Después hizo un álbum criollo junto a Enrique Hidalgo y tuvo múltiples actuaciones en festivales y salas de espectáculos”.

Cantó con los conjuntos Universidad de la Gaita,   Trabuco Gaitero, Venezuela Habla Gaiteando y Venezuela Habla Cantando, recuerda en su blog la periodista y locutora Moraima Gutiérrez.

En el recordado Festival Una gaita para el Zulia fue muy aplaudido al interpretar “La gaita que yo te canto”, de Luis Oquendo Delgado:Con la Virgen de la mano / Y extasiado con su encanto/ Zulia querido te canto con la gaita que mereces/ Y desde donde el sol crece/ Hasta el lar del catatumbo Yo  te elevo Zulia al mundo / Con el amor más ufano // Todo el que llega a tu lar/ tu atracción suele ganarse / Y para siempre quedarse / Decide sin titubear  / Y están hondo ese sentir que a tus hijos haces presas/ De nostalgia y de tristezas/ en la ausencia y al partir

Otro hit romántico dejó para la posteridad al cantar Prométeme.

La radio lo recibió con éxito en el   programa Gaiteando con Chavín y en Nctv destacó en el espacio Competencia, de corte juvenil, al lado de su amiga y colega Marlene Ruido.

Dime, que sí, que me prometes, te comprometes para siempre / amarme solo a mí / Por Dios quiero oírlo, aunque estoy seguro, que este amor tan puro ya nada te juro podrá destruirlo.

En septiembre de 1995 sufrió un accidente cerebrovascular al llegar al aeropuerto de Maiquetía. Este lo llevó al borde de la muerte y “Chavín” logró   salir adelante, quedando afectada  su memoria lingüística. Volvió a nacer, coinciden quienes lo conocieron, y regresó a su pasión, a la gaita.

Un himno festivo para las ferias chiquinquireñas dejó para recordarlo desde finales de octubre:

“Un tucusito viene de Caracas / Con Cardenales viene a parrandear / Y vuela por aquí / Y vuela por allá / Vuela contento porque se quiere enferiar”.

A Venezuela, su otro gran amor, dedicó y cantó reflexivos versos.

Venezuela es bella, que vas galopante / Por grandes caminos vamos adelante / Siempre pa’ lante luchando de corazón/ la fe y la enseñanza del Libertador 
 

Para “Chavín”, Venezuela era la flor del universo. Y así lo hizo saber en “Grito guerrero”. 

Yo te quiero regalar / hermanos del continente / un concierto de chicharras y un cafecito caliente/ te entrego  garza y turpial, te regalo mi atarraya / pero si quieres pelear,  el que me busca me halla.

Imborrable será tu paso por la gaita, por el Zulia. Con “Chavín” seguiremos diciendo como en la gaita Tatuaje zuliano: “Se me infla el pecho de orgullo, al saberme maracucho”.

En un tatuaje de tradición/ te bordaré una manta guajira, la brisa suave del malecón/ la eterna fiesta decembrina y para tu devocion yo pintaré tu imagen Chinita dentro de mi corazón… maracucho, hasta la muerte.

Lancemos al viento un grito guerrero / muestra al mundo entero tu garra y valor / ya el tiempo llegó… afila

Gracias, Jesús Salvador. Gracias por tu canto, tu alegría y amor al Zulia y al país. Aplausos de pie para ti, “Chavín”