Abren nuevo proceso de indemnización por prótesis PIP

La justicia francesa abrió un nuevo proceso con el propósito de indemnizar a mujeres que hayan sufrido las consecuencias de una prótesis PIP defectuosa. La información fue proporcionada por María Cecilia Barrientos, abogada que representa a las víctimas venezolanas ante el Tribunal de Comercio ubicado en Toulon, Francia.  

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“El Tribunal de Toulon, Francia garantiza que cada persona que se presente allí con su cédula, pasaporte y el serial de la prótesis, ya tiene derecho a una indemnización provisional. Todas las personas víctimas también tienen derecho a una indemnización definitiva dependiendo de la complejidad de los problemas de salud que le haya arrojado a cada mujer la ruptura de las prótesis”, explicó Barrientos durante su participación en el programa Conoce Tus Derechos, moderado por el ex fiscal del Ministerio Público, Franklin Ainagas y transmitido desde Radio Sensación.  

Barrientos explicó que, para hacerse parte de ese nuevo proceso judicial, las mujeres pueden registrarse en el sitio www.soyportadorapip.com y consignar el serial de las prótesis. “Todavía la cantidad de gente que falta por solicitar su indemnización es superior al 80% de las víctimas afectadas. La gente no sabe que aún tiene acceso a obtener una indemnización”, explicó Barrientos.  

TUV5

Este nuevo proceso que abre la justicia francesa se denomina TUV5, aludiendo a las siglas de la empresa certificadora alemana demandada. Y el cinco, corresponde al número de veces que se ha abierto un nuevo proceso contra la mencionada compañía. Precisamente Barrientos recordó que el TUV4 tuvo una audiencia el pasado 2 de septiembre, día en que el tribunal francés informó sobre un cronograma para el pago de las indemnizaciones a las víctimas, que será en junio de 2021. Y en esa misma audiencia anunciaron la apertura para el quinto proceso.  

Barrientos recordó que esa serie de procesos judiciales iniciaron en el año 2009 cuando las autoridades sanitarias francesas detectaron la ruptura prematura y fisura en las prótesis PIP. Ese año ordenaron retirarlas del mercado y se iniciaron los juicios contra TUV, empresa alemana que certificó los implantes mamarios. Pero en el transcurso de las investigaciones descubrieron que las prótesis estaban hechas de un silicón no apto para el consumo humano.

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“Sustituyeron el silicón para consumo humano por un silicón industrial y así abaratar costos. Esas prótesis rellenas con gel industrial, que es un gel corrosivo, porque al no tener las capas de recubrimiento indicadas por sanidad se fueron rompiendo”, explicó Barrientos.

En base a esos estudios el tribunal francés condenó a la certificadora alemana TUV porque omitió detalles importantes a la hora de avalar la comercialización del producto. “La certificadora TUV ha debido percatarse de todas esas irregularidades. El tribunal condenó a esa empresa por haber sido negligente en el ejercicio de sus funciones”, acotó Barrientos.