¿Qué son las acciones de Falsa Bandera o Falso Positivo y cómo EEUU. las usa contra Venezuela?

Las acciones de Falsa Bandera o Falso Positivo son acciones de Inteligencia y contra Inteligencia que Estados Unidos viene usando hace años contra Venezuela.

Una operación de Falsa Bandera Falso Positivo es una operación encubierta, diseñada para aparecer como si fueran llevadas a cabo por otras entidades. El nombre se deriva del concepto militar de izar colores falsos, esto es, la bandera de un país diferente al propio.

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El pasado miércoles 17 de septiembre, el ministro de Interior, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello denunció que las autoridades estadounidenses pretenden crear un falso positivo que vincule a Venezuela con el narcotráfico, una narrativa que calificó de falsa y manipulada.

“En el fondo, lo que quieren hacer es sembrarle drogas a una embarcación venezolana. A los pescadores del Caribe los están sentenciando a muerte”, afirmó Cabello, evidenciando una nueva operación de falsa bandera de Washington contra Venezuela.

A lo largo de la historia, éstas han sido prácticas llevadas adelante para justificar medidas represivas o ataques militares ante la opinión pública, en escenarios de Guerra o de la lucha de los movimientos populares, contra gobiernos de derecha.

Una práctica desarrollada es la infiltración de agentes de las fuerzas de seguridad entre los manifestantes para provocar incidentes, y justificar el actuar represivo de las fuerzas policiales, como se pudo demostrar recientemente en movilizaciones contra el gobierno de Javier Milei en Argentina.

Operaciones de Falsa Bandera en el Siglo XX

Por ejemplo en Italia se la conoció como la estrategia italiana de tensión (enmarcada dentro de la operación a nivel europeo Operación Gladio), en la cual varios atentados en los años 1970 se atribuyeron a organizaciones de izquierda, pero eran realizados por organizaciones de extrema derecha en cooperación con los servicios secretos italianos.

En 1962 se instrumentó La Operación Northwoods, planeada por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos para facilitar una excusa para la invasión de Cuba, llevando adelante sabotajes simulados a bases o secuestros en territorio estadounidense, para culpar a Cuba.

En 1964 el gobierno de Lyndon B. Johnson denunció ataques de Vietnam del Norte contra el destructor USS Maddox, lo que motivó la intervención masiva de los Estados Unidos en dicha guerra pasando de los 60 mil soldados que ya operaban en Vietnam a 500 mil.

Una investigación posterior reveló que el ataque nunca ocurrió; la justificación estadounidense fue que se había basado principalmente en intercepciones de comunicaciones interpretadas erróneamente, para admitir que la noche del supuesto ataque no había embarcaciones vietnamitas en la zona.

En 1973 en Chile se llevo adelante el Plan Z. La dictadura de Pinochet ordenó esparcir el rumor de un asesinato y secuestro por parte de grupos armados de izquierda hacia civiles y militares que eran contrarios al gobierno de Salvador Allende, dando el pie a que se justificara la represión militar.

En 1977, la dictadura cívico-militar argentina secuestró a dos monjas de nacionalidad francesa, Léonie Duquet y Alice Domon, simulando que habían sido secuestradas por los Montoneros. La dictadura publicó fotos de las monjas tomadas en la ESMA, con una bandera del grupo guerrillero.

De 1979 a 1983, los servicios secretos israelíes llevaron a cabo una campaña a gran escala de atentados con coches bomba que causaron la muerte de cientos de palestinos y libaneses, en su mayoría civiles. El objetivo era acusar a la OLP como responsable, para justificar una invasión del Líbano.

invasion de irak

La invasión de Irak en 2003, liderada por Estados Unidos, el Reino Unido, Australia y Polonia, se inició el 20 de marzo con el objetivo de “desarmar al país de armas de destrucción masiva” y derrocar al régimen de Saddam Hussein, aunque las armas nunca se encontraron.

América Latina y el Caribe han sido victimas de ésta estrategia, sufriendo la invasión a República Dominicana en 1965, la intervención en Granada en 1983, la acción militar en Panamá en 1989, así como operaciones encubiertas en Honduras, Guatemala, Chile y otros países.

El sitio Misión Verdad apunta que “un informe del propio Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, entre 1991 y 2022 Washington ejecutó al menos 251 intervenciones militares en distintos lugares del mundo. Esto eleva a 469 el número total de intervenciones reconocidas oficialmente“.

Para Misión Verdad el reconocimiento oficial del Congreso de las intervenciones militares desde 1798, confirma que no se trata de hechos aislados sino de una práctica histórica y sistemática.

Acciones de Bandera Falsa contra Venezuela

El 9 de septiembre del 2025, un comunicado oficial del Ministerio del Poder Popular para la Defensa de Venezuela, alertaba sobre una maniobra que busca fabricar un incidente o falso positivo en torno a un supuesto helicóptero estadounidense en aguas bajo jurisdicción venezolana.

La institución advierte que esa operación serviría de “pretexto para justificar una escalada de agresiones militares contra nuestra nación, tal como lo ha hecho el imperialismo estadounidense en otros episodios históricos como el del golfo de Tonkín en 1964.

El comunicado denuncia una perversa campaña promovida en las redes sociales por sectores de la ultraderecha e informa de ésta accion a la opinión pública norteamericana, a la comunidad internacional y al pueblo venezolano, buscando romper el blindaje mediático.

comunciado
Comunicado del Ministerio del Poder Popular para la Defensa de Venezuela, 9 de septiembre de 2025

El portal Misión Verdad recuerda que “desde febrero de 2025, tras la investidura de Donald Trump y la confirmación de Marco Rubio en la Secretaría de Estado, la República Cooperativa de Guyana se ha convertido en un punto ideal para promover operaciones de bandera falsa“.

Rememora que “el 18 de febrero, el gobierno de ese país difundió la versión de un supuesto ataque venezolano contra sus tropas en la ribera del río Cuyuní, territorio Esequibo. La denuncia fue desmentida de inmediato por Venezuela”.

La versión oficial fue difundida por la policía y la Fuerza de Defensa guyanesa, aunque nunca presentaron pruebas concretas. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, advirtió sobre una campaña de falsos positivos orientada a abrir un frente de conflicto en la región.

El gobierno bolivariano calificó aquel episodio como un montaje burdo destinado a manipular la opinión pública y a encubrir las violaciones al Derecho Internacional que comete Georgetown. El incidente del susodicho río fue la primera señal de una nueva agenda de provocación contra Venezuela.

El pasado 31 de agosto se montaba la falsa acusación de un ataque contra un barco que trasladaba funcionarios y urnas electorales guyanesas. La FANB ha denunciado que estas maniobras se inscriben en el contexto de la operación militar desplegada por Estados Unidos en el Caribe bajo la justificación de la lucha contra el narcotráfico.

Venezuela viene enfrentando una agresión multidimensional que utiliza la manipulación informativa, operaciones psicológicas en el escenario de una Guerra en Zona Gris y la fabricación de incidentes, que por el momento no encuentran eco en la opinión pública nacional.

Sin embargo, es claro que todas éstas maniobras tienen dos objetivos que van al unísono: derrocar la construcción de un Estado Comunal de orientación socialista e instalar un gobierno aliado de las empresas energéticas norteamericanas que aspiran a acceder al petróleo venezolano.

El comunicado de las FANB , culmina adhiriendo a “la tradición pacifista del Estado venezolano, pero junto a ella se afirma con serenidad la determinación de defender la soberanía y la integridad territorial, en una fusión popular militar policial“.

Hender «Vivo» González

Con información de Telesur