La gingivitis es una enfermedad de las encías causada por la acumulación de placa bacteriana, una capa pegajosa de bacterias que se forma en los dientes. Si no se elimina, esta placa se endurece y se convierte en sarro. Si notas que tus encías están más rojas, inflamadas o sangran al cepillarte, es probable que tengas gingivitis. La doctora Grecia Pargas, experta en odontología, nos recuerda que es clave tratar este problema a tiempo para evitar complicaciones serias.
En este nuevo reportaje para Noticias Barquisimeto, la especialista en odontología nos explica en profundidad qué es la gingivitis, una enfermedad bucal común, pero que de no ser tratada a tiempo, puede derivar en problemas más graves para la salud dental. La experta destaca la importancia de la educación y la prevención para mantener una boca sana.
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¿Cuál es la causa principal de la gingivitis?
R: La gingivitis es la inflamación de las encías, que son parte del periodonto, el conjunto de tejidos que soportan los dientes (huesos, ligamentos y encías). Esta enfermedad es solo una de las afecciones que pueden afectar el periodonto. Sus principales causas son la acumulación de placa bacteriana, que al endurecerse se convierte en cálculo dental o sarro.
Aunque es menos común, la gingivitis también puede ser causada por factores que no están relacionados con la placa bacteriana. Estos pueden incluir el uso de ciertos medicamentos, la presencia de condiciones médicas sistémicas como la diabetes, o una predisposición genética. Estas diversas causas demuestran que la gingivitis no es una enfermedad simple, sino que se manifiesta de diferentes maneras según la causa subyacente.
El proceso patológico más común de la gingivitis ocurre cuando la placa bacteriana se acumula en el surco gingival, el espacio entre la encía y el diente. Si no se elimina con un cepillado adecuado, la placa se endurece, irritando la encía y causando inflamación. Como resultado, la encía se vuelve más rojiza, hinchada y propensa a sangrar al comer o cepillarse. Otros factores, como ciertos medicamentos, la respiración bucal o cambios en el pH de la saliva, también pueden causar inflamación y un crecimiento excesivo del tejido de la encía. Es por esto que se clasifica la gingivitis como asociada a placa bacteriana y la no asociada a placa bacteriana.

¿Cuáles son los síntomas de la gingivitis?
R: Los síntomas de la gingivitis pueden ser muy visuales. Una encía sana tiene una textura similar a la cáscara de naranja, con pequeños puntos, mientras que una encía con gingivitis se ve más hinchada, perdiendo esa textura. Esto se debe a la acumulación de sangre y líquidos. Además, el color cambia notablemente: una encía sana es de un rosado coral pálido, mientras que una encía con gingivitis se torna más rojiza o fucsia.
A diferencia de la gingivitis, la periodontitis implica una pérdida de hueso. En este caso, la encía ya no está hinchada, sino reducida, y la textura de puntos se hace mucho más evidente. En cuanto al color, la encía afectada por periodontitis se ve muy pálida, casi blanca. También se siente fibrosa al tacto, a diferencia de la encía con gingivitis que se siente edematosa (hinchada).
El sangrado es otro síntoma alarmante. En la gingivitis y la periodontitis, las encías pueden sangrar de forma espontánea, al cepillarse o al comer. Esto es una señal de que el tejido está esperando a que lo limpien y es una manifestación del cuerpo. Además, una encía sana es resiliente y vuelve a su estado original después de ser manipulada, mientras que una encía con gingivitis tarda en recuperarse. Una encía con periodontitis pierde por completo esta capacidad de resiliencia.
¿Cómo se puede prevenir eficazmente la gingivitis?
R: Mantener una boca sana no solo depende de una buena higiene, sino de un enfoque integral. Es crucial cepillarse los dientes con la técnica correcta, pero esto no es lo único. Es necesario asistir a las consultas y limpiezas dentales regularmente, ya que el odontólogo puede detectar problemas que, como paciente, no podrías notar. Por ejemplo, una saliva más alcalina puede endurecer la placa, convirtiéndola en sarro, lo cual es difícil de eliminar sin la ayuda de un profesional. La función del dentista es educar y orientar a los pacientes sobre cómo cuidar su boca adecuadamente. Esto aplica tanto a adultos como a niños, donde los padres tienen la responsabilidad de guiar a sus hijos en el proceso de cepillado.
Además de los hábitos de higiene, la predisposición genética juega un papel importante en la salud bucal. Algunas personas tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades periodontales debido a antecedentes familiares, como la pérdida de dientes o condiciones como la diabetes. Conocer este historial es clave para una prevención más efectiva. La mejor manera de combatir estas enfermedades es a través de la educación y la orientación. Entender lo que sucede en tu boca y cómo se puede revertir es el primer paso para evitar problemas mayores.
¿Qué ocurre si la gingivitis no se trata a tiempo?

R: Si la gingivitis no se trata a tiempo, puede evolucionar a una enfermedad periodontal más grave. Esta condición causa la pérdida de hueso y ligamentos que sostienen los dientes. Como resultado, los dientes se ven más largos y comienzan a aflojarse, incluso pueden aparecer espacios negros entre ellos.
Aunque el sarro se elimine con una limpieza, la encía puede no volver a su posición original porque el hueso ya se ha desgastado. En estos casos, el sarro era lo único que mantenía los dientes en su lugar, y al retirarlo, el paciente puede sentir que sus dientes están flojos. La movilidad dental avanzada es un riesgo grave que puede llevar a la pérdida de piezas dentales.
¿Qué papel juega el sarro en el desarrollo de la gingivitis?
R: A medida que el sarro avanza, este ocupa el lugar del hueso y los ligamentos. Esto hace que las encías se retraigan y los dientes se vean más largos.
Es normal sentir los dientes flojos después de la limpieza, pero no es porque la odontóloga los desgastó. En realidad, el sarro era lo único que los mantenía en su lugar, ya que el hueso que los sostenía se había perdido. Si el problema avanza mucho, los dientes pueden llegar a moverse tanto que no queda más opción que extraerlos.
Un paciente se queja de su dentista, porque sus dientes están flojos, después de una limpieza. El dentista explica que el sarro era lo único que sostenía los dientes, ya que no había hueso. Esto es debido a que cuando la doctora hace la limpieza y quita el sarro, la encía se desinflama y se ve más sana, pero es muy probable que no vuelva a su posición original porque el hueso ya se perdió.
¿Qué hábito de higiene oral o medicamentes ayuda a prevenir la gingivitis?
R: El mejor método de prevención para mantener una buena higiene bucal es un cepillado adecuado con un cepillo de cerdas suaves. Es crucial entender que no se trata de qué cepillo usas, sino de cómo lo usas. Muchas personas cometen el error de usar un cepillo grande con cerdas de nylon gruesas que, en lugar de limpiar, traumatizan las encías.
Una técnica abrasiva y rápida de lado a lado puede provocar abrasión y retracción de las encías, lo que a su vez causa sensibilidad. La forma correcta de cepillarse es con una técnica de barrido, usando un cepillo de cerdas suaves y un cabezal pequeño para poder acceder a las áreas de difícil alcance.
El rol esencial del hilo dental y la precaución con los enjuagues
Las cerdas suaves y flexibles del cepillo son importantes porque permiten que se adentren en los surcos de los dientes. Sin embargo, el cepillado no es suficiente. Es indispensable complementar con el hilo dental, el cual también requiere una técnica correcta. Debe usarse de manera suave, deslizando el hilo de teflón sin agresividad para poder eliminar los restos de comida a los que el cepillo no llega.
En cuanto a los enjuagues bucales, son opcionales y deben usarse con precaución. Si decides usar uno, opta por una opción sin alcohol. Es importante estar atento a las recomendaciones profesionales, ya que hay enjuagues medicinales que se recetan para ayudar en ciertos procesos de recuperación, pero no aplican para todas las personas.
La necesidad de una consulta profesional
No se puede recomendar un enjuague bucal específico, como la clorhexidina, de manera generalizada. Lo que funciona para una persona puede no ser lo adecuado para otra, o incluso puede ser perjudicial si se usa de forma incorrecta o por un tiempo prolongado. Por ejemplo, un enjuague que alguien necesita por 15 días, otra persona puede necesitarlo por un mes, y alguien más podría no necesitarlo en absoluto, sino que solo requiera una limpieza dental profesional.
Por esta razón, se les recomienda a los pacientes acudir siempre a una consulta para recibir el diagnóstico y el tratamiento adecuado a sus necesidades específicas.

¿Qué diferencia a la gingivitis de la periodontitis?
R: La diferencia viene entre el grado de afectación en los tejidos.
La gingivitis es una inflamación superficial de las encías, mientras que la periodontitis es una forma más grave de enfermedad periodontal que afecta también al hueso y tejidos de soporte de los dientes. Las dos son una forma de enfermedad periodontal pero tienen una progresión distinta.
Prevención y tratamiento
La doctora enfatiza que la prevención es clave, y no solo se trata de una buena higiene:
- Cepillado correcto: Usar un cepillo de cerdas suaves y con un cabezal pequeño, con una técnica de barrido en lugar de un movimiento de lado a lado.
- Uso de hilo dental: Es indispensable para eliminar la placa donde el cepillo no llega.
- Consultas dentales regulares: Solo un profesional puede detectar problemas que no son visibles para el paciente, como la acumulación de sarro, y orientar sobre la mejor forma de cuidar la boca.
- Predisposición genética: Conocer los antecedentes familiares (p. ej., pérdida de dientes) es importante para una prevención más efectiva.
- Enjuagues bucales: Deben usarse con precaución, ya que no todos son adecuados para todas las personas y su uso incorrecto puede ser perjudicial. La clorhexidina, por ejemplo, debe ser recetada por un profesional.
La Dra. Grecia Pargas, egresada de la Universidad José Antonio Páez, explicó en una entrevista los conceptos clave sobre la gingivitis y la periodontitis, dos enfermedades que afectan a las encías y los tejidos que sostienen los dientes.
La odontóloga señala que un factor de riesgo importante para la gingivitis es el uso de productos con nicotina, como el cigarro, el tabaco o el «chimo». La nicotina afecta directamente el flujo sanguíneo de los tejidos de la encía, lo que impide una correcta oxigenación. Esto debilita las defensas de la encía y contribuye a su inflamación y a la progresión de la enfermedad.

Por: Edwin «Sports» Hevia / NB