¿Alguna vez te has preguntado por qué en general, las mujeres parecen sentir más asco que los hombres? Lo que a menudo se ve como un estereotipo en la cultura popular, en realidad, tiene una base científica y evolutiva.
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¿Qué es la aversión?
La aversión es un sentimiento de intenso rechazo, disgusto o repulsión hacia una persona, cosa, idea o situación. Es una respuesta emocional fuerte que nos hace querer evitar o alejarnos de lo que la provoca.

El «ick» y su origen evolutivo
El término «ick», popularizado en redes sociales por las mujeres, describe esa sensación de repulsión repentina que surge ante ciertas acciones, actitudes o apariencias de los hombres, incluso cuando había una atracción previa. Aunque se perciba como algo moderno, la ciencia sugiere que esta aversión es un instinto biológico arraigado en la evolución.
Un estudio de National Geographic reveló que en muchas especies de primates, incluyendo a los humanos, las hembras son más propensas a sentir asco que los machos. Esta hipersensibilidad al asco se relaciona con un instinto primitivo de protección.
Por ejemplo, las hembras de especies como los lémures, ratones grises y macacos japoneses son más propensas a rechazar alimentos que parecen contaminados. Esta conducta no es un capricho; es un mecanismo de supervivencia. Aunque los científicos aún no han descifrado completamente las causas de esta diferencia, se cree que esta aversión evolucionó para proteger a las hembras y a sus crías de posibles patógenos y amenazas.
El «ick» en la cultura digital
En plataformas como TikTok, el término «ick» se ha vuelto una tendencia. Las mujeres comparten videos donde detallan comportamientos o manías masculinas que, sin ser necesariamente graves, les generan una repulsión inmediata.
Algunos ejemplos comunes de estos «icks» incluyen:
- Masticar con la boca abierta.
- Usar ciertas prendas o calzado (como algunas sandalias).
- Tropiezos al caminar.
Estos ejemplos, aunque puedan parecer superficiales, demuestran cómo un mecanismo biológico de aversión se manifiesta en el día a día, influenciando nuestras interacciones y percepciones sociales.
Por: Edwin «Sports» Hevia / NB