En un giro judicial que alivia a la comunidad del Club Ítalo de Barquisimeto, el Tribunal Superior Civil de la Circunscripción Judicial del estado Lara ha declarado «inadmisible» la demanda por “intimación de honorarios profesionales” interpuesta contra la institución. Esta decisión ratifica una sentencia anterior y marca un precedente significativo en el caso que ha mantenido en vilo a los socios.

La acción legal había sido iniciada por el abogado Oberto Rangel, representante del socio Yoel Nasser, quien a su vez intenta una demanda millonaria por daños morales contra el club. Sin embargo, esta demanda principal aún no ha sido notificada formalmente a la directiva de la asociación, según fuentes cercanas al caso.
El dictamen judicial, emitido por la juez Rosangel Sorondo Gil, confirma la decisión del Tribunal Segundo de Primera Instancia Civil que, el pasado 14 de mayo de 2025, había declarado inadmisible la demanda de Nasser. La sentencia del Tribunal Superior Civil es contundente: «No hay condenatoria en costas, dada la naturaleza de la pretensión, y queda así confirmada la sentencia apelada».

Esta resolución judicial ha sido recibida con un “suspiro” de alivio entre los miembros del Club Ítalo, quienes han manifestado su preocupación por la millonaria cifra que se le exige al club, por parte del ex presidente de la Cámara de Comercio Exterior (MERCOEX), la cual consideran una pretensión “absurda, desproporcionada y mal intencionada”. Muchos ven en esta reciente decisión una señal positiva que podría desestimar futuras acciones legales contra la institución.
El caso ha generado un intenso debate dentro de la comunidad del club, donde se discute sobre los límites de las acciones legales y la protección de las instituciones privadas. La decisión del Tribunal Superior de Lara refuerza el principio de que las demandas deben ser válidas en forma y fondo para poder ser admitidas por el sistema judicial.
Equipo de investigación NB