¿Te has detenido a pensar que el pollo que disfrutas en el almuerzo tiene un linaje ancestral que se remonta a los temibles dinosaurios?
No es una locura de la ciencia ficción, sino una de las conclusiones más fascinantes de la paleontología moderna. Los científicos han llegado a un consenso: las aves que vemos volar hoy en día no son solo parientes de los dinosaurios, sino que son los dinosaurios que sobrevivieron.
El eslabón perdido que conecta a un majestuoso Tiranosaurio Rex con una gallina no es tan difícil de rastrear como parece.
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A través de décadas de investigación, se ha demostrado que las aves actuales descienden directamente de un grupo de dinosaurios con plumas conocidos como terópodos, los mismos de donde provienen gigantes como el Velociraptor.
La teoría más aceptada indica que, tras el impacto del asteroide que causó la extinción masiva hace 66 millones de años, solo un grupo de dinosaurios terópodos logró sobrevivir. Estos eran animales de menor tamaño, con plumas y un metabolismo que les permitió adaptarse a un mundo post-apocalíptico.

Con el tiempo, estos sobrevivientes evolucionaron, perdiendo características como la cola larga y los brazos con garras, y desarrollando otras como el pico y la capacidad de volar, hasta convertirse en las aves que hoy conocemos.
Los estudios genéticos y los hallazgos fósiles respaldan esta teoría. Al analizar los esqueletos de las aves y compararlos con los de los dinosaurios, los científicos han encontrado similitudes asombrosas.
Por ejemplo, los huesos de la pata de una gallina son muy parecidos a los del Archaeopteryx, considerado el primer «pájaro» o, más precisamente, un dinosaurio con características de ave.

El futuro del «pollosaurio»
El ambicioso proyecto, apodado el «pollosaurio», busca reactivar genes ancestrales en embriones de pollo para que desarrollen rasgos de dinosaurio como dientes, cola o garras.
Aunque todavía estamos lejos de ver un dinosaurio caminando por las calles, la ciencia nos recuerda que la próxima vez que veas una gallina, no solo estás viendo un ave de granja, sino un fascinante y sorprendente descendiente vivo de los gigantes que una vez dominaron la Tierra.
Por: Edwin «Sports» Hevia / NB