¡Una charla que puede salvar vidas! Motorizados escuchan atentas recomendaciones de la PMI

La entrada a Barquisimeto, cerca del icónico Parque Cardenalito, fue escenario esta mañana de una inusual parada. No se trató de una retención más, de las que a diario vemos en las calles de la capital larense, sino de una iniciativa diferente por parte de la Policía Municipal de Iribarren (PMI). Un grupo de motorizados fue detenido, pero lo que siguió no fue una simple multa o una revisión apresurada, sino una charla que, según los propios protagonistas, podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Varios funcionarios de la PMI que integran la alcabala móvil frente al Paseo “Las Flores”, detuvieron a los motorizados para una revisión de rutina. Se chequearon los documentos de los vehículos y se verificó el uso correcto del casco de seguridad, ese compañero indispensable para todo motociclista. Sin embargo, una vez culminada la inspección, los uniformados no los dejaron ir sin antes darles un mensaje claro y conciso sobre la responsabilidad que conlleva manejar una moto.

Educación vial en las calles: Un enfoque que busca salvar vidas

En un país donde el uso de la moto se ha convertido en una solución de movilidad y, en muchos casos, una herramienta de trabajo esencial, también se ha visto un aumento en los accidentes de tránsito. Según cifras oficiales, los motociclistas son uno de los grupos de usuarios de la vía pública más vulnerables. En Venezuela, la situación no es ajena, y las estadísticas de accidentes viales relacionados con motos son preocupantes.

“Esos cascos sencillos no los recomendamos, no protegen. Niños menores de nueve años no deben ir en las motos, y más de dos personas en la unidad no está permitido. Cada día se incrementan los accidentes de tránsito y estas charlas buscan precisamente salvar vidas”, dijo el funcionario policial a los atentos motorizados.

La iniciativa de la Policía Municipal de Iribarren parece ir más allá de la simple sanción. Se trata de una estrategia de educación vial en el asfalto, de aprovechar cada punto de control para recordar a los conductores las normas básicas y el valor de sus vidas. Durante la charla en “El Cardenalito”, los funcionarios hicieron hincapié en la importancia de respetar los límites de velocidad, el uso de las luces direccionales y, sobre todo, en la prudencia.

“A veces uno va con la prisa del día a día y se le olvida. Que te recuerden esto así, en plena calle, te hace reflexionar. Es un mensaje que se agradece, porque al final es por nuestro bien”, comentó José Giménez, uno de los motorizados visiblemente agradecido, antes de continuar su camino.

Un llamado a la conciencia

Barquisimeto, conocida por su gente cordial y su dinamismo, también ha sido testigo de accidentes de tránsito que han enlutado a familias. La moto, aunque práctica, exige un nivel de conciencia y respeto por las normas que a menudo se subestima. La Policía Municipal de Iribarren, con acciones como la de hoy, parece estar enviando un mensaje claro: “la seguridad vial es una responsabilidad de todos, y la prevención es la mejor herramienta para evitar tragedias”.

Los motorizados, al final, se marcharon de la parada no solo con sus documentos en regla, sino con un recordatorio valioso: cumplir las normas de tránsito no es solo para evitar una multa, sino para volver a casa a salvo. Es un mensaje que resuena, especialmente en una ciudad donde el día a día se mueve sobre dos ruedas.

NB