El «fantasma del embargo» persigue al Club Ítalo de Barquisimeto

Un “nubarrón” de incertidumbre se cierne sobre el Club Ítalo Venezolano de Barquisimeto, una institución emblemática que ha sido por décadas un punto de encuentro para la comunidad larense.

Una demanda civil millonaria amenaza con sacudir los cimientos de este club tan arraigado, poniendo en jaque su patrimonio y el futuro de sus miles de socios. La polémica se centra en una acción legal interpuesta por el socio Yoel Nasser, quien exige más de dos millones de euros en concepto de daños morales, presuntamente causados por miembros de la directiva del club. Esta suma, para muchos absurda y con trasfondo político, de prosperar en los tribunales civiles del estado Lara, podría traducirse en el embargo de las instalaciones del Club Ítalo y, lo que es aún más alarmante para sus asociados, un posible pago individual de más de cinco mil dólares por cada socio.

Yoel Nasser, socio del Italo y hoy demandante

La noticia ha caído como un balde de agua fría en la membresía. Para muchos, la idea de tener que desembolsar una cantidad tan considerable por lo que consideran un manejo “poco estratégico” del caso por parte de algunos asesores legales, es simplemente inaceptable. El descontento es palpable en los pasillos y redes sociales del club, donde las conversaciones giran en torno a las posibles repercusiones de esta demanda.

Un pleito que genera preocupación

La situación actual del Club Ítalo se ha convertido en tema de debate no solo entre sus socios, sino también en el ámbito público de Barquisimeto. La institución, conocida por su amplia oferta deportiva, cultural y social, es un referente en la ciudad. La posibilidad de que sus activos sean embargados es una preocupación que trasciende las fronteras del club.

«Es una situación que nos tiene a todos en vilo», comenta un socio con años de antigüedad, visiblemente afectado por la noticia. «El club es como una segunda casa para muchas familias. Imagínate lo que sería perderlo todo por un pleito de esta magnitud». Si bien los detalles específicos de la demanda por «daños morales» no han sido ampliamente difundidos, la preocupación se centra en las consecuencias económicas que esta podría acarrear. En un contexto económico como el actual en Venezuela, la idea de afrontar un pago individual de miles de dólares es una carga insostenible para la mayoría de los socios.

El silencio de la directiva y la incertidumbre de los socios

Hasta el momento, la directiva del Club Ítalo ha mantenido una postura discreta respecto al avance de este proceso judicial. Sin embargo, este silencio solo ha contribuido a aumentar la incertidumbre y la especulación entre los socios. Los grupos de wasap se han convertido en un hervidero de comentarios y preguntas, donde los miembros buscan respuestas y expresan su frustración.

«Necesitamos transparencia», clama otro socio en un grupo de WhatsApp interno. «La directiva debe informarnos qué está haciendo para resolver esto y cómo piensa protegernos de esta amenaza, en vez de estar organizando fiestas en un ambiente de miedo y temor por tener que perderlo todo».

La preocupación no es infundada. La falta de información clara ha llevado a que muchos socios se sientan desamparados y con temor a lo que pueda suceder con su patrimonio. ¿Es posible que un caso de «daños morales» pueda generar una deuda tan abultada que ponga en jaque la estabilidad de una institución con tantos años de trayectoria? Esta es la pregunta que ronda en la mente de todos.

El Club Ítalo Venezolano de Barquisimeto se encuentra en una encrucijada. La resolución de esta demanda civil no solo determinará el futuro de la institución, sino que también sentará un precedente importante en el ámbito legal y social de la región. La comunidad larense observa con atención cómo se desenvuelve este drama judicial con “presuntos” tentáculos políticos, que amenaza con dejar una profunda cicatriz en el corazón de una de sus instituciones más queridas.

¿Podrá el Club Ítalo sortear esta tormenta legal y salir indemne, o el «fantasma del embargo» finalmente se materializará, dejando a miles de socios en una situación económica precaria? El tiempo lo dirá.

Equipo de investigación/NB