Brian May, el legendario guitarrista de Queen que, con su guitarra y su intelecto, ha marcado a varias generaciones. El mítico músico, conocido mundialmente por sus solos que erizan la piel y por ser una mente brillante, es mucho más que un artista. Hoy, nos adentramos en la fascinante vida de este genio que trascendió de las estrellas a los riffs que conquistaron el mundo.
De un suburbio londinense a los escenarios globales: Así se forjó la leyenda
Brian Harold May nació un 19 de julio de 1947 en Hampton, Londres. Su infancia fue la de un niño común, en un hogar modesto, pero con una pasión descomunal por la música y una curiosidad insaciable por el universo. Desde muy joven, Brian mostró una habilidad innata para la música y, de la mano de su padre, construyó su icónica guitarra «Red Special» con materiales reciclados, un instrumento que se convertiría en su sello personal.
¿Cómo llegó este joven londinense a ser conocido a nivel mundial? La respuesta es Queen. Brian May es, sin lugar a dudas, el arquitecto sonoro detrás de muchos de los éxitos más grandes de la banda. Sus riffs, su tono distintivo y sus solos melódicos son tan reconocibles como la propia voz de Freddie Mercury. Fue ese sonido único, esa capacidad para crear atmósferas épicas y emotivas con su guitarra, lo que lo catapultó a la fama global. Su estilo no era solo técnica; era pura emoción, era contar una historia con cada nota.
El Big Bang de Queen: De Smile a la realeza del rock
Antes de Queen, Brian formaba parte de una banda llamada Smile, junto al baterista Roger Taylor. En 1970, un carismático joven llamado Farrokh Bulsara, a quien hoy conocemos como Freddie Mercury, se unió a ellos, y poco después, el bajista John Deacon completaría la alineación perfecta. Fue así como la química de estos cuatro talentos, cada uno con una visión única, dio origen a Queen. Brian no solo aportaba su maestría en la guitarra, sino también su talento como compositor, siendo el autor de clásicos como «We Will Rock You», «I Want It All» y «Hammer to Fall», entre otros. La combinación de su musicalidad, la voz inigualable de Freddie, la solidez de Deacon y la versatilidad de Taylor, creó un sonido que rompió esquemas y los llevó a la cima del rock mundial.
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Un legado que trascendió la tragedia: Después de Freddie
La década de los 90 trajo una de las noticias más tristes para el mundo de la música: la enfermedad y posterior muerte de Freddie Mercury en 1991. Para Brian, Roger y John, fue un golpe devastador. Sin embargo, el amor por la música y el deseo de mantener vivo el legado de Queen impulsaron a Brian a seguir adelante.
Durante ese periodo, Brian May no solo participó activamente en la finalización del álbum póstumo Made in Heaven (1995), que contenía grabaciones finales de Freddie, sino que también se dedicó a su carrera como solista. Lanzó álbumes como Back to the Light (1992), con éxitos como «Driven by You» y «Too Much Love Will Kill You», mostrando su versatilidad y su capacidad para brillar fuera de Queen. Además, ha sido una figura clave en la conservación y difusión del legado de la banda, participando en tributos, documentales y, más recientemente, en la exitosa película Bohemian Rhapsody. Su trabajo ha sido fundamental para que nuevas generaciones descubran y amen la música de Queen.
Más allá de las seis cuerdas: El Dr. Brian May
Pero si algo hace a Brian May aún más fascinante es su intelecto. Después de suspender sus estudios en la década de 1970 para dedicarse a Queen, retomó su pasión por las estrellas. En 2007, obtuvo su Doctorado (Ph.D.) en Astrofísica por el Imperial College de Londres, con una tesis titulada «Una investigación de velocidades radiales de nubes de polvo zodiacales».
Su trabajo científico no se limita solo a la academia; ha sido coautor de varios libros sobre astronomía, incluyendo Bang! The Complete History of the Universe y A Stereoscopic Atlas of the Moon. También es un apasionado defensor de los derechos de los animales y un activista por diversas causas sociales. Es miembro de la Real Sociedad Astronómica y ha sido condecorado como Comandante de la Orden del Imperio Británico (CBE) por sus servicios a la música y a la caridad.
Brian May es un testimonio viviente de que la pasión, la dedicación y la inteligencia pueden llevarte a conquistar cualquier cima, ya sea en un escenario con una guitarra o en un observatorio mirando las estrellas.
Pedro Montilla / NB