Las calles y centros comerciales de Barquisimeto lo confirman: las aplicaciones de crédito como Cashea y otras similares se han vuelto un jugador clave en la forma en que los larenses compran. La promesa es atractiva: llevarte eso que necesitas o quieres hoy, pagando solo una inicial y el resto en cómodas cuotas. Pero, ¿Cómo funcionan realmente estas plataformas? ¿Son seguras? Y, crucialmente, ¿Qué pasa si no puedes pagar a tiempo? Es momento de ahondar en la letra pequeña de esta tendencia que, al 17 de julio de 2025, sigue ganando terreno en Venezuela.
¿Cómo funcionan estas Apps de crédito y cuáles son las protagonistas en Venezuela?
En esencia, estas aplicaciones actúan como intermediarias de financiamiento. No son bancos tradicionales, sino plataformas tecnológicas que se asocian con comercios para ofrecer la posibilidad de compras a plazos sin la necesidad de una tarjeta de crédito bancaria.
Las más conocidas en el mercado venezolano, y que seguramente ya has visto en muchos comercios de Barquisimeto, son:
- Cashea: Es, sin duda, la pionera y la más extendida en el país. Su modelo se basa en un pago inicial (generalmente entre el 40% y 60% del valor del producto) y el resto en tres cuotas quincenales. Aunque promocionan «cero intereses», el costo del financiamiento suele estar incluido en el precio final que ves en la app o como un «cargo por servicio». Su red de comercios aliados es muy amplia en diversas ciudades venezolanas.
- Kavak (para vehículos): Aunque no es para productos pequeños, Kavak se ha posicionado en Venezuela para el financiamiento de vehículos usados. Permite pagar una inicial y el resto en cuotas mensuales, facilitando el acceso a un carro propio a quienes no tienen el monto total de contado. Su modelo es más similar a un financiamiento tradicional.
- Quickoffer: Enfocada principalmente en teléfonos celulares. Su particularidad es que funciona «bloqueando» el dispositivo si no se cumplen los pagos. Es decir, si dejas de pagar, el teléfono queda inutilizable hasta que te pongas al día.
- Otras apps menores o en crecimiento: Constantemente surgen nuevas opciones o alianzas de tiendas con sus propias plataformas de crédito, que operan bajo principios similares: inicial + cuotas. Algunas tiendas grandes han desarrollado sus propios sistemas de pago a plazos que funcionan de manera similar a estas apps.
El proceso general de funcionamiento es sencillo y rápido:
- Registro y validación: Te registras en la app con tus datos personales (cédula, número de teléfono). Algunas pueden pedir acceso a tu historial de pagos o información bancaria básica para evaluar tu capacidad. La verificación suele ser casi instantánea.
- Límite de compra: Una vez aprobado, la app te asigna un límite de crédito inicial que puedes usar en los comercios afiliados. Este límite puede aumentar con el uso responsable y el pago puntual, incentivando un buen comportamiento de pago.
- La compra: En el comercio, al momento de pagar, eliges la opción de la app. Pagas una inicial (que varía según el producto y la app) y el resto se divide en cuotas semanales o quincenales, que se cargan a tu tarjeta de débito o se pagan mediante transferencias.
- Costo adicional: Es vital entender que, si bien algunas apps promocionan «cero intereses», el costo del financiamiento suele estar incluido en el precio final que ves en la app o como una comisión por el servicio. Es decir, el precio del artículo a crédito será mayor que si lo pagaras de contado. Siempre compara el precio de contado con el precio a crédito.

Seguridad y confianza en el mundo digital: ¿Qué tan protegidos estamos?
La preocupación por la seguridad de nuestros datos y transacciones es legítima en cualquier plataforma digital. Para entender mejor este aspecto, conversamos con el Ing. Roberto Valero, experto en ciberseguridad y protección de datos, con más de 15 años de experiencia en el sector tecnológico, actualmente residenciado en los Estados Unidos
«Cuando instalas una de estas aplicaciones, lo primero que haces es otorgar una serie de permisos. Es crucial leerlos con detenimiento», explica el Ing. Valero. «Generalmente, acceden a tu nombre, número de cédula, teléfono, correo electrónico, y en algunos casos, pueden solicitar acceso a contactos o incluso a tu ubicación. Esto es parte de su proceso de verificación de identidad y de evaluación de riesgo para otorgar el crédito.»
Sobre el manejo de esta información sensible, Valero afirma: «Estas empresas, para ser viables y generar confianza, invierten en sistemas de seguridad. Utilizan encriptación de datos para proteger la información durante su transmisión y almacenamiento, similar a la que usan los bancos online. Tus datos están codificados para que, en caso de una intrusión, no sean legibles fácilmente por terceros».
Sin embargo, el experto es enfático en un punto: «Ningún sistema es 100% invulnerable. El riesgo cero no existe en ciberseguridad. Lo importante es que la empresa tenga protocolos robustos para detectar y mitigar ataques, y que cumpla con la normativa vigente en protección de datos».
Al preguntarle sobre la legislación venezolana al respecto, Valero señala: «En Venezuela, la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales es relativamente reciente (aprobada en primera discusión en 2021, pero aún en proceso). Sin embargo, existen otras leyes y regulaciones que tocan tangencialmente la privacidad de los datos, como la Ley de Infogobierno y normas del BCV para entidades financieras. Estas apps, al manejar información sensible, están obligadas a establecer políticas claras de privacidad, informar al usuario sobre el uso de sus datos y garantizar su resguardo. El usuario, al aceptar los términos y condiciones, da su consentimiento para el tratamiento de su información».
¿Compromete nuestros datos a largo plazo? «El verdadero compromiso viene si la empresa sufre una brecha de seguridad. Si eso ocurre, la información de los usuarios podría verse expuesta. Por eso, mi recomendación es siempre descargar las apps desde tiendas oficiales, usar contraseñas robustas, activar la autenticación de dos factores si está disponible, y estar alerta a mensajes o llamadas sospechosas que intenten obtener tus datos, lo que se conoce como phishing», concluye el Ing. Valero.

Las consecuencias de no pagar a tiempo: ¡Atención a la letra pequeña!
Aquí es donde la conveniencia puede convertirse en un problema serio. Si bien la flexibilidad es un punto fuerte, el incumplimiento de las cuotas trae consecuencias importantes, que varían según la aplicación pero siguen un patrón:
- Recargos y penalizaciones: Es la consecuencia más inmediata. La mayoría de estas apps aplican cargos adicionales por mora o intereses punitorios si te retrasas en los pagos. Estos recargos pueden ser un porcentaje diario o una tarifa fija por cada cuota no pagada a tiempo, lo que incrementa significativamente el monto total de tu deuda. No son cantidades menores; pueden acumularse rápidamente.
- Bloqueo de la cuenta y límite de crédito: Si no pagas, tu cuenta en la aplicación será bloqueada inmediatamente. Esto significa que no podrás realizar nuevas compras a crédito hasta que saldes tu deuda. Además, tu límite de crédito se verá afectado negativamente, e incluso puede ser reducido a cero de forma permanente, perdiendo el acceso a esta herramienta de financiamiento en el futuro.
- Impacto en tu «historial de pago digital»: Aunque en Venezuela el sistema de «historial de crédito bancario» tradicional está aún en reestructuración, estas plataformas están construyendo sus propias bases de datos sobre el comportamiento de pago de sus usuarios. Un mal historial con estas apps podría limitarte el acceso a futuros servicios de financiamiento digital, y en un escenario a futuro, incluso podría ser considerado por instituciones bancarias si estas llegaran a integrar estos datos en sus análisis. La confianza en el sistema es clave para estas empresas.
- ¿Pierdes lo comprado? El caso del celular y otros bienes:
- En la mayoría de los casos de bienes como ropa, electrodomésticos, etc., NO pierdes el artículo que compraste. Una vez que el comercio te entrega el producto, legalmente es tuyo. La deuda pendiente es con la app de crédito, no con la tienda. La app buscará cobrarte por todos los medios (mensajes, llamadas, gestiones de cobro).
- Excepción para teléfonos celulares: Un caso particular de bloqueo remoto. Cuando hablamos de teléfonos celulares, la situación es diferente y requiere especial atención. Algunas aplicaciones, como Paga en Cuotas (o bajo el sistema Payjoy), operan con un sistema de seguridad que vincula el financiamiento directamente al dispositivo. Esto significa que si el usuario no cumple con los pagos acordados, la aplicación puede bloquear el funcionamiento del teléfono de forma remota. ¿Cómo funciona este bloqueo? La app instala un software en el celular que le permite restringir ciertas funciones o incluso inutilizar el dispositivo por completo. Esto puede manifestarse de varias maneras: el teléfono podría no permitir llamadas, el acceso a aplicaciones, la navegación por internet, o incluso quedar completamente inoperativo, mostrando un mensaje de deuda en la pantalla. El celular permanece bloqueado hasta que el usuario se ponga al día con la deuda.Esta medida drástica, aunque controversial, es una forma eficaz que tienen estas empresas para asegurar el cumplimiento de los pagos en bienes de alto valor y fácil movilidad como los smartphones. Es una condición que se acepta al momento de firmar el contrato o los términos y condiciones de la aplicación. Por eso, al financiar un celular bajo este esquema, es crucial tener absoluta certeza de poder cumplir con las cuotas, pues el riesgo de perder la funcionalidad de tu dispositivo es real y directo.
Reflexión final: ¿Vale la pena el riesgo?
Las apps de crédito son una herramienta valiosa en el contexto económico actual de Barquisimeto y de Venezuela, ofreciendo un puente para acceder a bienes que de otra forma serían difíciles de adquirir. Sin embargo, su uso debe ser responsable y bien planificado. Antes de usar una de estas aplicaciones, asegúrate de entender todos los términos, los costos adicionales (que a veces no son tan obvios) y, sobre todo, ten la certeza de que podrás cumplir con cada cuota. La comodidad de hoy no debe convertirse en un dolor de cabeza financiero mañana.
Rubén Conde/Noticias Barquisimeto