Ángel Di María empató de penalti en el 95’ el golazo de falta de Reece James tras detenerse el partido dos horas por riesgo de tormenta eléctrica. Los ‘blues’ golearon en la prórroga.
Rayos y truenos, ¡el Chelsea es cuartofinalista! Si el fútbol es un deporte, por momentos, indescriptible, el conjunto londinense lo es más. Apenas cinco minutos separaban a los blues de la siguiente ronda, donde finalmente se verán las caras con Palmeiras y ‘su’ Estevão, cuando el riesgo de tormenta eléctrica hizo acto de presencia. Ahí se perdió cualquier punto de cordura en Charlotte. Si es que quedaba alguno, claro. Tras dos horas de aplazamientos, una mano de Malo Gusto tiró por tierra el golazo de falta directa de Reece James. El eterno Ángel Di María, que se despide del Benfica para poner rumbo a Rosario Central 20 años después, marcó de penalti y a Enzo Maresca se le cambió el rostro. El partido se decidiría en la prórroga. Ahí el Chelsea, eso sí, fue la tormenta perfecta.
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Ante un cuadro lisboeta con 10, que venía de romper en fase de grupos un maleficio de 14 partidos sin ganar ante el Bayern de Múnich, no pudo hacer lo propio con el Chelsea. Los goles de Nkunku, Neto y Dewsbury-Hall certificaron la cuarta derrota en cuatro enfrentamientos ante los blues y sellaron el pase del conjunto londinense a cuartos de final cinco horas más tarde del pitido inicial. En un partido que tuvo mucho de Marc Cucurella y nada de Álvaro Carreras, los blues se llevaron un susto importante y tres malas noticias. Además de la lesión de Benoit Badiashile, tanto Caicedo como Neto, dos de las estrellas del Chelsea en el Mundial de Clubes y piezas insustituibles para el técnico italiano, vieron amarilla y se perderán el encuentro ante Palmeiras.
Sin Carreras, mucho Cucurella
Aunque Bruno Lage sorprendió dejando en el banquillo a Álvaro Carreras, quien volvía a la convocatoria tras cumplir ciclo de amonestaciones ante el Bayern de Múnich, Samuel Dahl, lateral izquierdo titular en su lugar, no sufrió en exceso. Mucha culpa volvieron a tener los cambios de posición introducidos por Enzo Maresca. La titularidad de Roméo Lavia mandó a Cole Palmer al extremo izquierdo, posición antinatural para el ‘10′ del Chelsea.
Eso sí, la nueva posición de un incómodo futbolista inglés dio libertad total a Marc Cucurella. El español, omnipresente y protagonista tanto en ataque como en defensa durante los primeros 45 minutos, a punto estuvo de estrenar el marcador. En cuestión de un minuto, el conjunto londinense gozó de las dos primeras ocasiones del primer tiempo. El disparo de rosca de Cucurella lo sacó con la cabeza António Silva, el mejor del Benfica en el primer tiempo, en la mismísima escuadra y, acto seguido, Trubin metió la mano para evitar que el latigazo de Palmer materializara la superioridad, especialmente con balón, de los blues.
Aún mejor fue el manotazo de hierro con el que el arquero ucraniano le negó otro gol al campeón de Europa con España. Las Águilas de Bruno Lage, con las líneas muy juntas y centradas casi únicamente en defender, apenas se prodigaron en ataque. También mérito de lo bien que se activaban los blues en la presión tras pérdida. El bajo ritmo de juego tampoco ayudó a entretener a los escasos asistentes que coparon las gradas del Bank of America Stadium.

Eterno Di María
El Benfica continuó siendo incapaz de hilar más de tres pases en transición ofensiva y a los pupilos de Enzo Maresca no le quedó más remedio que adelantarse en el marcador. De la manera, quizás, más inesperada. Cuando todos en Charlotte pensaban que Reece James colgaría una falta lateral al corazón del área, el capitán del conjunto londinense se autoproclamó el más listo de la clase. El ajustadísimo disparo directo del inglés pilló de imprevisto a Trubin y el Chelsea estrenó el luminoso, entonces sí, con un auténtico y merecido golazo.
Antes, un desaparecido Pavlidis y el indestructible Caicedo vieron amarilla. Ninguno podría estar en unos hipotético cuartos de final. Tampoco Carreras, que presenció el duelo al completo desde el banquillo. Entonces, a falta de cinco minutos para el final, el riesgo de tormenta eléctrica lo cambió absolutamente todo. Un partido que, en el 85′, el Benfica tenía perdido se detuvo a las 00:00 horas en España y no se reanudó hasta las 2:00 horas de la madrugada. Y ahí tomó el testigo del protagonismo, para disgusto de la parroquia blue, Malo Gusto.
El penalti provocado por la mano del defensor francés y la conversión desde los 11 metros de un histórico Ángel Di María fueron el punto y (casi) final surrealista que aún le faltaba al segundo encuentro de octavos de final. El argentino, a sus 37 años, batió a Robert Sánchez y, cuatro horas después del pitido inicial, el Benfica-Chelsea se fue a la prórroga.
Tormenta blue en la prórroga
Los 90 minutos reglamentarios terminaron con la mejor noticia posible para las Águilas, pero los 30 minutos extra empezaron con la peor de todas. Una entrada a destiempo de Prestianni, que ya tenía amarilla, le costó la expulsión. Aún así, con 10, el Benfica pudo llevarse el partido en la prórroga. Los contragolpes de los pupilos de Bruno Lage, liderados en su mayoría por Di María, hicieron estragos en la zaga blue. También pudo Palmer desequilibrar nuevamente la balanza, pero se topó nuevamente con Trubin.

No obstante, a este choque aún le restaba una última vuelta de tuerca. El último capítulo de locura. Tras el descanso, Caicedo disparó, Trubin falló, Otamendi despejó y Christopher Nkunku marcó. Aunque el argentino salvó sobre la línea el tanto rival, el defenestrado atacante francés estaba preparado para remachar la jugada. Con el conjunto portugués completamente volcado y roto, Neto y Dewsbury-Hall terminaron de matar a las Águilas. Luso, que fue amonestado en la celebración, e inglés sentenciaron la eliminatoria en sendos contragolpes. Ahora sí, los pupilos de Enzo Maresca sellaban su pase a cuartos de final para medirse ante Palmeiras.
Cambios
Kerem Aktürkoglu (45′, Andreas Schjelderup), Tosin Adarabioyo (69′, Benoît Badiashile), Andrea Belotti (69′, Vangelis Pavlidis), Gianluca Prestianni (69′, Florentino), Malo Gusto (79′, Reece James), Kiernan Dewsbury-Hall (80′, Enzo Fernández), Christopher Nkunku (80′, Liam Delap), João Veloso (84′, Orkun Kökçü), Trevoh Chalobah (85′, Roméo Lavia), Tiago Gouveia (85′, Fredrik Aursnes), Aarón Anselmino (117′, Levi Colwill)
Goles
0-1, 63′: Reece James, 1-1, 94′: Di María, 1-2, 107′: Nkunku, 1-3, 113′: Pedro Neto, 1-4, 116′: Kieran Dewsbury-Hall
Tarjetas
Arbitro: Slavko Vincic
Arbitro VAR: Marco Di Bello, Alejandro José Hernández Hernández
Vangelis Pavlidis (49′,Amarilla), Moisés Caicedo (60′,Amarilla), Florentino (62′,Amarilla), Orkun Kokcu (82′,Amarilla), Gianluca Prestianni (91′,Roja), Cole Palmer (91′,Amarilla), Antonio Tavares Da Sila (91′,Amarilla), Gianluca Prestianni (95′,Amarilla), Levi Colwill (101′,Amarilla), Tiago Gouveia (120′,Amarilla).

Hender «Vivo» González
Con información de Diario AS