El fallecimiento de la Princesa Diana conmocionó al mundo. Este lunes se cumplen 23 años de la trágica muerte de Lady Di, pero su figura figura controvertida, que cautivó con su belleza y encanto natural, aún sigue latente.
Así lo han demostrado sus hijos, el Príncipe Guillermo y el Príncipe Harry, quienes se han dado una tregua en sus diferencias y, por primera vez en meses, han emitido un comunicado conjunto en recuerdo a su madre.
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Los dos hermanos encargaron en 2017 una estatua de Diana de Gales al artista Ian Rank-Broadley y ya se ha conocido que la obra verá la luz el próximo año, cuando Lady Di cumpliría 60 años.
“Han pasado 20 años desde la muerte de nuestra madre y es tiempo de reconocer con una estatua permanente su positivo impacto en el Reino Unido y en el mundo. Nuestra madre tocó muchas vidas”, anunciaron en 2017 para presentar su proyecto conjunto para honrar su memoria y destacar su compromiso humanitario con las causas de la lucha contra el sida, las minas y las personas sin hogar.
Una trágica muerte
La Princesa Diana perió la vida el 31 de agosto de 1997, cuando solo tenía 36 años, tras sufrir un accidente de tráfico en el túnel del Alma de París. El coche en el que viajaba con su pareja, el empresario y playboy de origen egipcio Dodi Al Fayed, se estrelló cuando circulaba a gran velocidad huyendo de los paparazis.
Aquel accidente desbordó emocionalmente al pueblo británico y cuestionó hasta la figura de la Reina Isabel II de Inglaterra, acusada comportarse con la frialdad que siempre había distinguido el carácter inglés. Y es que Diana sigue viva en el recuerdo popular.
