Los de Flick se veían en la final con el 2-3 de Raphinha en el 88′, pero el Inter empató en el añadido y Frattesi marcó el 4-3 en la prórroga. Sommer fue decisivo con sus paradas. No pudo ser. Al Barça le sobró un minuto para estar en Múnich el 31 de mayo, pero Acerbi llevó el partido a la prórroga y ahí Frattesi clasificó al Inter para la final. Si el 3-3 de la ida ya fue un partido digno de una final, la vuelta no le fue a la zaga. Los de Inzaghi ganaron la eliminatoria con un 7-6 total que pasará a la historia del torneo. El Barça perdía 0-2 en la ida y remontó, perdía 2-0 en la vuelta y remontó… Raphinha hizo el 2-3 en el minuto 88 y rozó la final, pero los italianos son así y nunca te puedes fiar de ellos. Un equipo que estaba muerto fue capaz de empatar en el  93′ del añadido y remontar en la prórroga a un gran Barça que se quedará sin su soñado triplete. Las paradas de Sommer, el poste y algunos errores graves en defensa dejaron al Barça sin una final que pudieron merecer, pero encajando tantos goles es complicado. Leer También: El Jr. sigue los pasos de su padre en el fútbol: El hijo de Cristiano “CR7” Ronaldo, convocado con la selección de Portugal Sub-15 No hay que ser un lince para saber que la defensa es la línea menos buena del Barça y más sin la presencia de Koundé y Balde, sus dos laterales titulares. Flick optó por meter a Eric García en la derecha y mantener a Gerard Martín en la izquierda pese a que la ida no estuvo muy fino. Inzaghi repitió el equipo de Montjuïc arriesgando con Lautaro, que apenas entrenó durante la semana por la lesión que sufrió en la ida.  Y tampoco hay que ser un lince para saber que el Inter no iba a conceder tanto balón al Barça como en la ida. Y menos con el ambiente que había en la grada. Los de Inzaghi arrancaron el partido con una presión individual sobre la salida de juego del Barça, con especial atención y marcaje sobre Lamine Yamal. Igualar lo que fue el choque de ida era una misión imposible y más con el miedo intrínseco que conlleva saber que fallar en este choque implica no llegar a la final.  El Inter estaba más cómodo con el paso de los minutos ante un Barça que vivía de las galopadas de Lamine. Barella dio el primer aviso serio a Szczesny justo antes de que el Inter pusiera la eliminatoria a su favor a los 21 minutos. Despiste de Dani Olmo que pierde un balón ante Dimarco en zona complicada y la contra rápida italiana acaba con un pase de la muerte de Dumfries sobre Lautaro para que el argentino marcara a placer.  El Barça reaccionó bien al gol y tuvo ocasiones con un remate cruzado de Dani Olmo, otra tras un centro de Raphinha sobre Ferran que salvó en una instancia Acerbi y la más clara de Lamine Yamal, que acabó una contra llevaba por Olmo con un remate claro algo desviado. Pero justo antes de llegar al descanso, llegó una jugada clave del partido. Contra italiana con balón a Lautaro que cae derribado en el área por Cubarsí. Marciniak no pita nada en un principio, pero le llama el VAR y pita un penalti que transforma Çalhanoglu para el 2-0.  Se podían prever cambios en el Barça tras el descanso, por ejemplo Lewandowski, pero Flick tiró de los mismos. Los de Flick tenían el balón y buscaron un gol rápido que les metiera en el partido. El Inter no presionaba tan fuerte como en el primer tiempo, pero sus contras eran muy peligrosas. El dominio catalán tuvo premio a los 54 cuando un centro de Gerard Martín lo empalmó a la escuadra Eric García para meter de lleno a los de Flick en el partido. Qué paradas de Sommer… Este Barça se ha especializado en remontadas a lo largo del año. El gol de Eric García provocó un subidón en el juego azulgrana ante un Inter al que se le metió el miedo en el cuerpo. Y el empate estuvo a punto de llegar en una nueva jugada llevada por sus laterales pero esta vez Sommer hizo un paradón al remate centrado de Eric García tras un nuevo pase de Gerard Martín. El lateral izquierdo del Barça, que no estuvo bien en la ida, culminó un cuarto de hora para enmarcar metiendo un centro medido para que Dani Olmo empatara de cabeza. Los de Flick solventaron un problemón en 15 minutos, así es este Barça. Tras el 2-2, sólo existió un equipo sobre el campo. El Inter apenas tenía el balón ante un Barça crecido. El 2-3 pudo llegar tras un penalti sobre Lamine pitado por Marciniak, pero el VAR le hizo rectificar y se transformó en falta fuera del área. Inzaghi sacó a Darmian y Taremi y luego a Zielinski y Frattesi buscando un leve cambio en su equipo, pero era imposible ante el empuje de un Barça que sólo tenía el gol en su mente. Lamine lo tuvo cerca con un gran disparo que obligó a Sommer a lucirse de nuevo.  El baño azulgrana merecía la final y lo que tiene este Barça de las remontadas es que le sale casi todo. Cuando el partido se iba a la prórroga un apagado Raphinha apareció en el mejor momento y marcó el 2-3… con la derecha tras un doble remate que desvió Sommer. El poste evitó el 2-4 en un disparo de Lamine. El mazazo para el Inter parecía definitivo, pero no te puedes fiar de un equipo italiano y en su única llegada en la segunda parte empató Acerbi, que había subido al ataque a la desesperada, al rematar un centro de Dumfries en el 93. La prórroga dio alas al Inter ante un Barça tocado. Y los italianos, que parecían hundidos y derrotados en la